Si no puedes ganar, tampoco pierdas, 0-0

Granada y Celta no pasan del empate a cero en un choque donde cualquiera pudo llevarse los tres puntos, con distintos momentos del partido para cada uno

Fran Calvo / GRANADA  |  31 de enero de 2021
Machís en una acción del encuentro en casa ante el RC Celta (JOSÉ M. BALDOMERO)
Machís en una acción del encuentro en casa ante el RC Celta (JOSÉ M. BALDOMERO)

El Granada tenía, en la antesala de la histórica cita copera frente al Barcelona, un más que atractivo duelo esta tarde en el `Nuevo Los Cármenes´. El conjunto nazarí, inmerso en la pelea por alcanzar los puestos europeos, recibía en el coliseo del Zaidín al Celta de Vigo, otro que no quería desengancharse de la pugna continental, aunque el balance de cuatro jornadas consecutivas sin vencer en liga pesaba mucho sobre los de Eduardo Coudet, que hoy sí podría contar con su estrella. Iago Aspas reaparecía después de la lesión sufrida a comienzos de año, y aún tenían los rojiblancos muy fresca la total exhibición que protagonizó en el duelo de la primera vuelta, donde fue el gran culpable de que Diego Martínez sufriera su única remontada hasta el momento como preparador granadinista.

Tal y como expresó en la previa, el técnico tendría que hacer hacer “encaje de bolillos” para definir la alineación que intentaría doblegar al Celta y hacer sumar al Granada su primer triunfo de la segunda vuelta. La Copa apenas condicionó los planes iniciales del gallego, y salió al verde de `Los Cármenes´, básicamente, con lo disponible. Por ello, jugadores como Yangel Herrera o Luis Suárez, que llegaban tocados, se vieron obligados a forzar. Otro ejemplo era el de Fede Vico, prácticamente inédito en LaLiga, pero titular esta tarde.

Con todas las circunstancias, el Granada formó con Rui Silva bajo los tres palos; Foulquier, Duarte, Germán y Neva en defensa; un doble pivote en el centro del campo con Montoro y Yangel, y Vico más adelantado; Kenedy y Machís en los costados y Luis Suárez en lanza, dejando a Soldado en el banquillo.

 

La primera acción destacada del convite no fue un acercamiento a portería, sino una amarilla excesiva a Yangel Herrera. Los futbolistas actuales, acostumbrados al chillido fácil, están muy mal acostumbrados por los árbitros, y en una pugna aérea con Santi Mina, el delantero celeste cayó al suelo como como si de una fractura de cabeza se tratara. Del Cerro Grande, para no romper con la tradición asentada hoy en día, amonestó al venezolano. Luego los hay otros, como Montoro, que prefieren provocar las amarillas gracias a la experiencia botando rápido una falta con Brais Méndez justo delante.

También fue protagonista el Celta de, ahora sí, la primera llegada considerable. Un duro chut desde fuera del área de Fran Beltrán hizo que Rui Silva se estirara para evitar el primero. La réplica nazarí, que se hizo esperar hasta la media hora, fue un disparo mordido de Kenedy desde la frontal que no encontró portería. Fede Vico también probó fortuna con el mismo método y resultado, aunque el cordobés pecó un poco de egoísmo, ya que tenía a Machís en posición clara para abrir el esférico.

El Celta era quien había llevado la iniciativa, indiscutiblemente, durante el primer tramo de partido, aunque eso al Granada no parecía preocuparle en exceso, y mantuvo la paciencia hasta que, a partir de esos dos acercamientos seguidos, comenzó a desmelenarse. En una de esas acometidas al contragolpe, Foulquier se animó a irse arriba y sacar un derechazo que salvó Rubén Blanco en el primer palo. Y, por otro lado, Kenedy hacía algo que de mucho le estaba valiendo a su equipo. Aguantar la pelota arriba, sacar faltas e, incluso, vestirse de Maradona en algún lance para marcharse de todo aquel vestido de celeste que se le ponía por delante.

Cuando mejor estaba el Granada sobre el terreno de juego, Del Cerro Grande decretó el descanso. No había sido una reacción brillante, ni mucho menos, pero la diferencia entre la actuación inicial y la que se vio con el paso de los minutos distaba mucho una de otra. Dos equipos con mucho respeto, tan sólo desequilibrantes con algunas acciones individuales de Kenedy o Iago Aspas, pero que no pudieron crear ocasiones claras ante tal repliegue por parte de ambos conjuntos.

Si no se perdían el respeto y empezaban a asumir riesgos, la segunda mitad podía presentarse de idéntica manera. En el bando nazarí, los de atrás y el centro del campo estaban contundentes, pero arriba faltaban efectivos, ya que cada ataque local se veía interrumpido por la pobre presencia de rojiblancos en zona de tres cuartos hacia adelante. No tardó mucho en mover fichas Diego Martínez, aunque usaría a Puertas en una posición nada habitual para él, ya que fue el recambio de Fede Vico y se mantuvo en esa zona del centro por delante de Montoro y Yangel.

 
(JOS M. BALDOMERO)
(JOSÉ M. BALDOMERO)

El frenazo a la mejora granadinista pudo tener consecuencias drásticas, ya que el Celta salió más vivo tras la reanudación y perdonó. Una pelota atrás hacia Nolito, quien lo tenía todo a su favor para abrir la lata, acabó con el remate del gaditano y la aparición milagrosa de Domingos Duarte para desviar el disparo cuando ya se celebraba el gol entre la parroquia celeste. Poco después, Iago Aspas se internó hacia dentro y no encontró puerta desde la frontal.

En otra galopada de Foulquier en dirección al área visitante llegó la respuesta, y Rubén Blanco metió la mano tras un centro chut del lateral galo. El portero apareció instantes después y de forma aún más espectacular para volar ante el misil de Machís desde el vértice del área. Como ocurriera en la primera parte, el Granada tuvo una espléndida reacción al dominio celtiña, y aunque seguía sin ser un partido muy vistoso, los rojiblancos cada vez se encontraban con más posibilidades de llevarse los tres puntos.

Diego hizo un cambio natural dando entrada a Soldado por Suárez, y el valenciano se quedó muy cerca de celebrar el tanto de los suyos nada más saltar al césped. Tras una falta a favor del Granada en la que Del Cerro Grande no quiso dejar una ley de la ventaja clara a punto estuvo de llegar el primero. Kenedy le pegó con el alma, sacó un obús que rozó ligeramente en la barrera y sólo una espectacular estirada de Rubén Blanco dejó al brasileño con la miel en los labios.

Las constantes interrupciones en los últimos minutos, unidas a ese cierto miedo a perder, hicieron que el 0-0 se predijera sobre el luminoso antes del pitido final. Los dos minutos escasos que se dieron de añadido dejaron pocas esperanzas para ver un gol en la meta celtiña, y el encuentro murió con el mismo resultado de la campaña pasada.

Aunque en esta ocasión hubo mucha más intensidad y ocasiones, parecían los dos equipos haberse puesto de acuerdo para no desentonar con el guion del curso anterior. El Granada recibiendo al Celta en vísperas de una cita histórica de Copa, y sumando un punto que vale de mucho para seguir con la escalada, aunque mejor, obviamente, hubiera sido la situación de haber cosechado los tres.

Los de Diego Martínez terminarán la jornada a tres puntos de Europa League y manteniendo la misma distancia que le llevaban a su rival de hoy. 28 puntos a falta aún de 17 jornadas, y con el objetivo de la salvación cada semana más cerca. Ahora, toca aparcar la ilusión doméstica para centrarse en el sueño copero y repetir semifinales por segundo año consecutivo, algo impensable para cualquier conjunto que, a la campaña siguiente de ascender a Primera División, se encuentre en la tesitura de afrontar tres competiciones. Inverosímil para cualquiera, excepto para uno.

GRANADA CF Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte, Jesús Vallejo, Carlos Neva; Montoro, Yangel Herrera, Fede Vico (Antonio Puertas, 52´); Kenedy (Alberto Soro, 82´), Machís y Luis Suárez (Soldado, 67´).

CELTA DE VIGO Rubén Blanco; Hugo Mallo, Néstor Araújo, Jeison Murillo, Aarón Martín; Renato Tapia, Fran Beltrán (Jordan, 59´), Brais Méndez, Nolito (Augusto Solari, 59´); Iago Aspas y Santi Mina.

ÁRBITRO Del Cerro Grande, Carlos (Comité madrileño). Amonestó a los locales Yangel Herrera y Foulquier, y a los visitantes Brais Méndez, Nolito, Iago Aspas y Santi Mina.

INCIDENCIAS Partido correspondiente a la vigésimo primera jornada de LaLiga Santander disputado en el Estadio Municipal `Nuevo Los Cármenes´ (Granada) a puerta cerrada para el público debido a las medidas de seguridad por la situación sanitaria del COVID-19.

@Francalvo1996

francalvo@granadaenjuego.com

 
 
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