Rafilla Morales: "A veces nos olvidamos de que estamos cumpliendo un sueño"
El técnico granadino afronta en la Cultural Leonesa un exigente, pero ilusionante reto, como segundo entrenador
Corren buenos tiempos para el fútbol granadino. El éxito conseguido por el Granada CF ha puesto a la provincia en el punto de mira, y el nombre de la ciudad se paseará por Europa este año. Aun así, no sólo se vive del club por excelencia, y los amantes locales a este deporte tienen muchos más motivos para enorgullecerse. Uno de ellos tiene nombre propio: Rafa Morales.
El granadino `Rafilla´ Morales se ha convertido en un técnico de moda en el fútbol modesto, aquel que aún se disfruta en Segunda B y Tercera, después del ascenso conseguido por El Ejido a la categoría de bronce del fútbol español, y del que fue gran artífice con su papel como segundo entrenador. David Cabello le brindó la oportunidad de que le acompañara en el banquillo celeste, y el logro les ha servido a ambos para fichar por un histórico en España, la Cultural y Deportiva Leonesa, una entidad con casi cien años de vida que hace poco más de dos años era uno de los rivales del Granada en Segunda División.
La `Cultu´ se quedó a las puertas del retorno a Segunda este verano, y ha depositado su confianza en Cabello y Rafilla para afrontar un nuevo desafío, lleno de incertidumbre por el Coronavirus y de ilusión a partes iguales. Sin embargo, el segundo lo tiene claro: “lo más importante será disfrutar, porque muchas veces nos centramos demasiado en el trabajo, la competición y los resultados, y nos olvidamos de que estamos cumpliendo un sueño”.
Ese sueño comenzaba en las categorías inferiores del Granada, pasando también por Huétor Tájar, y ahora es una realidad. Una realidad tan cierta como que, a sus 38 años, está llamado a ser uno de los técnicos granadinos con más futuro. Y los motivos no son meramente deportivos. El fútbol puede enseñar a crear buenas personas, pero, también te las enseña.
“Para nosotros es una gran oportunidad, y si me lo dicen hace dos temporadas cuando estaba en Huétor Tájar, nunca imaginaría estar en un club como la Cultural Leonesa” expresó el preparador.
Rafilla atendió a nuestro medio en plena vuelta a los entrenamientos de su nuevo equipo, que “comenzaron el lunes con los test del COVID-19, y fue a partir del miércoles cuando entramos en contacto con el campo, aunque ahora estamos bastante limitados, porque entrenamos con grupos de cuatro jugadores. Aunque la Federación de Castilla y León nos permite hacerlo con mayor número de futbolistas, estamos recién llegados y queremos prevenir posibles contagios, así que la semana que viene ya aumentaremos los grupos a diez o doce”.
A pesar de ser uno de los equipos fuertes de toda la Segunda B, el objetivo será “aumentar la masa social para hacerlo más grande, aunque sabemos que este club está llamado en los últimos años a aspirar a cuotas mayores. En función de lo que está ocurriendo con la pandemia tendremos que adaptarnos al nivel presupuestario, pero nos exigiremos al máximo”.
Sin duda, supondrá una experiencia llena de aprendizaje para él de cara a un posible futuro como primer entrenador de nuevo, pero su deseo es “que haya tándem con David Cabello para rato, porque hemos congeniado muy bien, a pesar de que no nos conocíamos”.
“Sinceramente, no me siento segundo, su intención es que yo sea un técnico más, desde el primer día fue así, y por lo único que soy segundo entrenador es porque me nombran de esa forma. No sé qué ocurrirá en el futuro, es más, ni yo mismo pensaba que podía llegar a estar en León” aseguró.
Una dupla en los banquillos que se fraguó con una histórica temporada en El Ejido, terminando de la mejor forma posible tras eliminar a Motril y Jaén en el Play Off disputado en Marbella hace apenas un mes. Una experiencia con la que Rafilla Morales aún se emociona al recordarla. “Me lo dices ahora y todavía tiendo a emocionarme. Hemos sido muy felices en El Ejido, siempre se lo repito a mis amigos y familiares, nos han tratado genial en todos los aspectos, empezando por la afición” expresó con voz conmovida.
La unión con la entidad celeste fue tal que los mensajes de agradecimiento y despedida llovieron, a pesar de su condición de segundo entrenador, cuando se confirmó su no renovación: “me llevo el cariño de mucha gente, que es recíproco, y no sólo por el éxito que conseguimos en Marbella, sino por lo que vivimos todo el año”.
Por último, como no podía ser de otra forma, quiso hacer referencia al logro histórico cosechado por el Granada, algo que le hace sentir “muy orgulloso de mi tierra y de ser granadino. Llegué cuando estaba en Segunda B, lo pude disfrutar en lo más alto, y finalmente fui yo el que decidió salir. Me alegro también por la gente que conozco allí, como Diego Martínez, con el que coincidí siendo juveniles en el Imperio de Albolote que entrenaba Óscar Cano. Trabajé ocho años en el Granada, y me siento partícipe y uno más de mi tierra”.
@Francalvo1996
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