Nueve décadas de sonrisas y lágrimas rojiblancas: 1951-1961
El Granada retornó a Primera en 1957 y dos años después alcanzó por primera y única vez en su historia la final de Copa
No comenzó nada bien la tercera década de vida del Granada CF. Fue tal la grave situación que, incluso, en la temporada 1951/52, su séptima consecutiva en Segunda, estuvo a punto de descender. Sólo una rectificación de la Federación evitó esa caída al pozo, ya que decidió no aplicar el grupo único que tenía pensado hacer en la categoría de plata.
Doce años después de abandonar la Primera División, el conjunto rojiblanco acabó la liga como campeón y certificó su regreso a la máxima categoría en `Almendralejo´ frente al Extremadura. A pesar de la derrota, un mal resultado del Hércules propició el segundo ascenso en la historia del club a la élite. Sin embargo, esta campaña tan exitosa se vio empañada por un episodio turbio tras la denuncia del Puente Genil por un intento de soborno del presidente José Bailón Verdejo a parte de sus jugadores, dimitiendo de su cargo al término de la temporada. La Federación le inhabilito dos años.
Con Alejandro Scopelli en el banquillo, el equipo nazarí sufrió para mantener la categoría en su retorno a Primera. También lo hizo durante el curso siguiente, ya con el húngaro Jeno Kalmar como entrenador, pero la campaña 1958/59 pasaría a la historia por el increíble rendimiento en la Copa del Generalísimo. Tras eliminar a Elche, Cádiz, Plus Ultra y Valencia, el Granada se plantó el 21 de junio de 1959 por primera y única vez a día de hoy. Aquel hito significó, hasta la clasificación a Europa League de la pasada temporada, el mayor logro cosechado por el club en toda su historia.
Fueron miles los granadinos que se desplazaron hasta Madrid para presenciar in situ aquella final contra el FC Barcelona. Unos aficionados que lucharon contra viento y carretera, teniendo en cuenta las dificultades de la época para moverse por el país y las dificultades económicas, con el objetivo de ver a los suyos levantar el título. El `Santiago Bernabéu´ fue el escenario del choque entre rojiblancos y azulgranas en el que Kalmar alineó un once para la historia: Piris; Becerril, Vicente Díaz, Larrabeiti, Ramoní; Vázquez, Pellejero, Carranza; Loren, Arsenio Iglesias y Benavídez.
Por desgracia, la superioridad del conjunto dirigido por el mítico Helenio Herrera y comandado en el campo por Luis Suárez, único balón de oro nacional, quedó reflejada desde el principio. A los diez minutos, los culés ya vencían por dos goles gracias a los tantos de Eulogio Martínez y Kocsis. Arsenio Iglesias dio emoción al duelo tras la reanudación, pero Tejada y de nuevo Kocsis cerraron el marcador en 4-1. Aun así, lo que vivieron todos aquellos valientes que cruzaron media España en tales circunstancias fue inolvidable.
Lejos de repetir hechos de tanta magnitud, el Granada logró la permanencia en la última jornada de la temporada siguiente y acabó descendiendo en la 1960/61, cuatro campañas después como en su primera andadura. Una mala gestión en cuanto a salidas de jugadores importantes y fichajes que no aportaron provocó el último puesto y la vuelta a Segunda.
@Francalvo1996
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