Qué poco le hace falta a la afición, pero ni eso

AMBIENTE | La hinchada nazarí mostró su descontento, pero apretó de lo lindo tras conseguir el empate

Fran Calvo / GRANADA  |  14 de septiembre de 2021
El `Nuevo Los Cármenes` acogió a más de 10.000 espectadores en el derbi contra el Betis (JOSÉ M. BALDOMERO)
El `Nuevo Los Cármenes` acogió a más de 10.000 espectadores en el derbi contra el Betis (JOSÉ M. BALDOMERO)

Contra el Málaga fueron unos 4.000, frente al Valencia alrededor de 7.000 y, ayer, más de 10.000 almas rojiblancas las que apoyaron al Granada en el derbi ante el Betis. Era el momento idóneo para resarcirse de la goleada sufrida en Vallecas. Pero, el equipo nazarí fue incapaz de satisfacer a los suyos, ya no solo por el resultado, sino por el sinsentido que se vio sobre el terreno de juego. Así lo hicieron saber los aficionados, que no escondieron su descontento durante la mayor parte del encuentro.

El lunes 13 de septiembre se presentaba como un día especial. Todavía había seguidores que no pisaban el ‘Nuevo Los Cármenes’ desde aquel 5 de marzo de 2020. La ilusión no podía ser mayor, pese a la última derrota contra el Rayo, que aun escocía en los ánimos locales. Las ganas ya se hicieron ver desde bien temprano, cuando cientos de fieles poblaban los bares aledaños al estadio esperando con ansia que llegara la hora del partido, bien tarde para tratarse de un lunes.

Por el momento, no se puede vivir en Pintor Maldonado el recibimiento al autobús del equipo, ya que la plantilla llega al ‘Nuevo Los Cármenes’ en sus vehículos particulares. Sí lo hizo el Betis una hora y media antes, recibido con cantos de sirena a su entrada al parking. A partir de ahí, las butacas del coliseo del Zaidín fueron cogiendo color y los espectadores ocuparon sus sitios con una sonrisa de oreja a oreja, no pudiéndolas tapar ni las mascarillas. Algunas también eran béticas, y es que el verdiblanco en la grada también estuvo presente. Quizás, algunos abonados no dejaron pasar la oportunidad para sacar un extra económico.

 
 
(JOS M. BALDOMERO)
(JOSÉ M. BALDOMERO)

En los prolegómenos del choque, la megafonía del estadio fue protagonista. Primero, a la hora de dar las alineaciones. Pitos para Rui Silva, quien minutos antes fue recibido con aplausos en el calentamiento cuando muy poca gente se situaba ya dentro del recinto, y algunos tímidos también para Robert Moreno, que se incrementaron poco después. Y, segundo, por el himno. Como viene siendo habitual, afortunadamente habitual esta temporada, al cesar el sonido ambiente en el estribillo del mismo rugió ‘Los Cármenes’. Una imagen que, por mucho que se repita, sigue poniendo el vello de punta.

A partir de ahí, Cuadra Fernández decretó el inicio de la contienda y todo fue a mal. No tardó la afición en ser consciente del estilo de juego que quiere implantar Robert Moreno en el Granada, completamente estéril e incapaz de pasar a campo rival. Era tal la rabia acumulada que, incluso, Luís Maximiano fue escogido como “cabeza de turco” tras el error en la salida que a punto estuvo de costar un gol de Tello. El malestar alcanzó su punto álgido al descanso, cuando el Betis logró ponerse en ventaja mediante una acción de chiste, que comenzó a falta de segundos para finalizar el primer tiempo casi en el área verdiblanca.

Sin embargo, también quedó claro que esa fiel hinchada solo necesita un mínimo para reengancharse. Con el paso de los minutos en la segunda mitad, hasta que se produjo el golazo de Luis Suárez, quedó demostrado. El Granada no había hecho absolutamente nada para merecer el empate, pero el ‘Nuevo Los Cármenes’ fue un hervidero en busca de la remontada. Canales, en el 88, devolvió la cruda realidad al entorno local. Poco antes había aplaudido a Joaquín cuando saltó al terreno de juego, pero, en esta ocasión, los chistes los contaron los que vestían de rojiblanco horizontal.

No se le nombró, pero la sombra de Diego Martínez sobrevoló durante todo el encuentro sobre el feudo granadinista. Nadie entendía por qué se insistía tanto en un estilo que no llevaba a nada. Muchos, incluso, hubieran tomado en ese momento un vuelo a Londres para rogarle al gallego que les acompañara en el viaje de vuelta. El calendario más próximo no se presenta alentador para una afición que, si bien apenas necesita de los suyos para apoyarles, no recibieron ni un cuarto de lo que merece.

@Francalvo1996

francalvo@granadaenjuego.com

 
 
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