Sobresfuerzo no compensado

CONTRACRÓNICA | El Granada Femenino hizo un desgaste físico enorme ante el Castellón, pero fue insuficiente para ganar. Las de Lamesa aprovecharán el parón refrescar energías

Fran Calvo / GRANADA  |  18 de octubre de 2021
El Granada Femenino no vio recompensado como hubiera deseado su esfuerzo físico ante el Castellón (JOSÉ VELASCO / GRJ)
El Granada Femenino no vio recompensado como hubiera deseado su esfuerzo físico ante el Castellón (JOSÉ VELASCO / GRJ)

La metamorfosis del Granada Femenino, con respecto al partido contra el Córdoba en el que sufrió su primera derrota de la temporada como local, se quedó a medias frente al Castellón en la última jornada. Todo apuntaba, tras el gol de Noe Salas, a que el equipo nazarí volvería a la senda del triunfo y, además, con el encuentro controlado. Pero, una volea desde la frontal de Alba ante la que nada pudo hacer María Pi echó por tierra los esfuerzos locales, nubló las ideas ofensivas y privó al conjunto rojiblanco sumar de tres.

Con el once ya reconocible de Roger Lamesa saltó el Granada al verde de la Ciudad Deportiva. Solo un cambio destacado, el de Cristina Moreno por su tocaya Postigo, respondiendo con autoridad la peligreña con mucha autoridad en la zaga. El otro, con respecto al duelo anterior, fue el de Noe Salas por Alicia Redondo en la medular, aunque ya son habituales las rotaciones entre ellas dos para ser la acompañante de Pamela González. Por el momento, el técnico catalán no ha probado a usar a las tres centrocampistas juntas y pasar al 4-3-3 de la pasada campaña. Eso conllevaría sacar a Lauri o Mascaró (más papeletas para la primera al jugar más atrasada) de la alineación titular, algo que, hasta ahora, no parece factible por los galones tanto de una como de otra.

En líneas generales, el equipo granadinista estuvo bien en la primera mitad, sobre todo durante el inicio del encuentro. Gozó de oportunidades muy claras, sobre todo un disparo de Raquel que se estrelló en la madera, y la sensación era de que el gol caería antes hacia el bando nazarí. El reciente recuerdo de la eliminatoria de Copa, con aquel tanto de Cristina Moreno a los ocho minutos, estaba muy fresco.

 

Pero, poco a poco, el Castellón comenzó a meterse en el partido y acabó el primer tiempo llevando más peligro sobre la portería de María Pi. Afortunadamente, la guardameta de Sagunto estuvo sublime y realizó varias intervenciones de mérito, a destacar un mano a mano al filo del descanso. Además, su juego con los pies dio mucho aire a sus compañeras, templando las salidas y enviando en largo siempre con inteligencia. Fue, en algunas fases del choque, una líbera más, y es que Lamesa cuenta con la gran ventaja de tener bajo sus órdenes a la cancerbera más completa de la categoría.

 
Momento en el que Raquel se top con la madera en la ocasin rojiblanca ms clara de la primera parte (JOS VELASCO / GRJ)
Momento en el que Raquel se topó con la madera en la ocasión rojiblanca más clara de la primera parte (JOSÉ VELASCO / GRJ)

En esa línea de atrás, y pese a las internadas orelluts, el Granada seguía con su puerta a cero. Fue arriba donde más desgastado estuvo el equipo. A excepción de Laura Pérez (quien también acabó tocada), al resto de la parcela ofensiva le faltó un punto de oxígeno que, en algunos momentos, resultó clave para no alcanzar ciertos rechaces. Raquel buscaba los desmarques tarde, Lauri erró en pases simples y Mascaró no llegó a los centros que suele rematar.

Tras la reanudación, un excepcional centro de Carol Hernández cabeceado por Noe Salas hizo olvidar durante algunos minutos el cansancio a las rojiblancas. Con el 1-0 en el luminoso, el Granada saboreó el triunfo, aunque restaba mucho tiempo por delante. Mascaró lamió el segundo tanto con un remate a bocajarro que se marchó demasiado cruzado en una de esas oportunidades donde se piensa “nos terminaremos acordando de ésta”.

Fue cierto el dicho y, efectivamente, el Granada pagó no haber cerrado el duelo. Casi ocurre ante Femarguín y Tacuense en casa, donde el equipo rojiblanco supo sufrir y acabar sentenciando en los últimos minutos. Sin embargo, en la tarde del pasado sábado fue el Castellón el que golpeó. Y, de qué forma. Alba se sacó desde fuera del área una volea sea y ajustada al palo, donde duele, y dejó caras de incredulidad en el recinto de la Carretera de Alfacar.

El tanto visitante llegó a veinte minutos del final. En un principio, se podía suponer que había tiempo de sobra para intentar la machada. Pero, nada más lejos de la realidad, el Granada estaba absolutamente fundido. Física y mentalmente. Solo un testarazo de Cristina Postigo a la salida de un córner fue capaz de poner en aprietos al Castellón y hacer a la grada cantar el “uy”.

Una grada que se quedó helada, como el equipo, e incluso los mismos directivos rojiblancos fueron o el ex alcalde Luis Salvador quienes levantaron el ánimo y pidieron a la gente que dieran el último empujón en favor de las suyas. Pareció contagiarse de ello únicamente Laura Pérez, que sufrió un pinchazo cuando el partido ya se consumía y, aun así, continuó galopando a duras penas.

Una clara muestra de lo que se había visto en el terreno de juego, un sobresfuerzo que, finalmente, solo dio para sumar un punto. Son diez de dieciocho posibles y el líder Cacereño se queda a seis. Dos derrotas y un empate hubieran supuesto, tan solo dos o tres años atrás, despedirse prácticamente de las opciones de ascenso nada más arrancar la campaña. Pero, los clubes han experimentado tal profesionalización que, hasta el último momento, habrá cosas en juego. Roger Lamesa lo dijo al finalizar el envite: “Que no nos den por muertas”. Ahora, el Granada esperará, respirará y trabajará dos semanas antes de retornar a la competición en casa del filial del Betis.

@Francalvo1996

francalvo@granadaenjuego.com

 
 
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