Cuando una derrota vale más que cualquier victoria

CONTRACRÓNICA | Un "desconocido" Granada Femenino, para muchos, se ganó el cariño, respeto y admiración de toda una ciudad pese a caer eliminado de Copa

Fran Calvo / GRANADA  |  27 de enero de 2022
Laura Pérez y Mascaró, en la acción del último minuto donde se decretó un fuera de juego inexistente (JOSÉ VELASCO / GRJ)
Laura Pérez y Mascaró, en la acción del último minuto donde se decretó un fuera de juego inexistente (JOSÉ VELASCO / GRJ)

Alicia Espinosa Ríos, árbitro del Granada - Betis de Copa de la Reina, se empeñó en privar al equipo nazarí de forzar la prórroga en el ‘Nuevo Los Cármenes’ y tuvo cierta influencia en la eliminación de Copa de la Reina. Un clamoroso penalti no señalado sobre Lauri y un fuera de juego inexplicable en el último suspiro fueron detonantes para la posterior pitada que se llevó por parte de la afición rojiblanca. Pero, de lo que no pudo privar fue de la comunión perfecta que existió entre equipo y afición en una noche inolvidable en el coliseo del Zaidín que espera tornarse en muchas mañanas y tardes para el recuerdo en la Ciudad Deportiva.

Era imposible que la plantilla de Roger Lamesa pudiera esconder las caras de ilusión que desprendían cada una de sus futbolistas, incluso dos horas antes del encuentro conforme iban llegando al estadio. No era la primera vez para la gran mayoría, ya que el equipo jugó allí la pasada temporada el último encuentro de liga, pero se repetía la sensación de estar viviendo uno de los días más especiales de sus carreras futbolísticas.

Además, los alicientes eran mayores que aquel 30 de mayo de 2021. En esta ocasión sí había algo en juego, y no cualquier cosa. Pasar de ronda permitía a las rojiblancas medirse a un adversario todavía más grande, entre los que se encontraban Barcelona, Real Madrid o Atlético. Por otro lado, frente al Villarreal la temporada pasada solo pudieron acceder al coliseo del Zaidín un reducido número de familiares y amigos. En la noche del miércoles, más de 2.000 personas presenciaron desde la tribuna un derbi único.

 
 
(JOS VELASCO / GRJ)
(JOSÉ VELASCO / GRJ)

Quizás asimilando un poco todavía la situación, al once presentado por Lamesa le faltó algo de frescura en ataque durante la primera mitad. Una alineación que, salvando las distancias con su rival, podría competir perfectamente en Primera Iberdrola. Si ya de por sí el esquema tipo de liga está repleto de calidad y entrega a partes iguales, las rotaciones no desentonaron ese guion. Algo se tiene que estar haciendo muy bien en la portería si María Pi, una de las mejores guardametas de la categoría, fue una de esas novedades. Otras dos futbolistas que apenas cuentan con minutos en liga, Inés Faddi y Elo, también prometían aportar su granito de arena. La primera con talento a la hora de mover la pelota por el centro del campo. La segunda, con una garra encomiable arriba.

Pero, lo más destacado es que hasta cuatro granadinas fueron titulares en “su” estadio: Alba Pérez (aunque su DNI indique otra cosa), Cristina Moreno, Laura Pérez y Elo. Urre y Lauri podrían ya casi considerarse nazaríes también. Y, los ejemplos del sentimiento de pertenencia que atesora este club se encuentran en María Pi, Marta Carrasco (entrenadora de uno de los equipos femeninos de la cantera), Pamela González, Inés Faddi o Raquel. Aunque lleven menos temporadas vistiendo la elástica rojiblanca horizontal, vivieron la experiencia como una granadina y granadinista más, al igual que Roger Lamesa.

En la segunda parte, a raíz del tanto de Lucía León, transcurrieron cuarenta minutos hasta el final del choque en el que sí se vio con creces lo que se estaba echando en falta. Un segundo tiempo que, además del acoso rojiblanco a todo un `primera´ como el Betis, también dejó varios detalles. La inclusión de Alicia Redondo en el terreno de juego hizo levantar de sus asientos al público porque la onubense no se cansó de dejar destellos con la pelota en los pies.

Por otro lado, el ‘Nuevo Los Cármenes’ por fin dio la bienvenida a Cristina Postigo y Adriana Cuadros. Ambas se quedaron con la espinita clavada de no participar en el encuentro allí disputado la temporada pasada. La primera, por una dichosa lesión que le mantuvo fuera durante toda la fase final y, la segunda, por poca confianza del ex entrenador José Ángel Herrera, algo que transformó Lamesa en gestos cariñosos y palabras de ánimo cuando se disponía en la banda a saltar al campo.

Ese espíritu de eterna lucha que tan bien representa el Granada Femenino y que no luce como un simple slogan. Quizás era un destino caprichoso el que quiso que Espinosa Ríos no señalase el penalti sobre Lauri y sí un fuera de juego en el último suspiro que dejó asombrados a los presentes. Algo para engrandecer aún más el orgullo que sintieron todos los asistentes por sus futbolistas. Pidieron una oportunidad, sin tener que pedirla. Disfrutaron compitiendo y ahora solo desean que ese apoyo no cese y suponga un punto de inflexión en el fútbol femenino dentro de nuestra provincia.

Francalvo1996

francalvo@granadaenjuego.com

 
 
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