"El Toralín siempre aprieta, no da lugar a la relajación"
Jesús Berrocal, que logró el ascenso a Segunda con el Granada en 2010, fue también ídolo en Ponferrada durante tres años
Tener a dos bestias futbolísticas como Tariq Spezie u Odion Ighalo delante no evitaron que Jesús Berrocal saliese de Granada despertando un cariño especial entre la hinchada nazarí. Fue uno de los artífices del ascenso a Segunda en la temporada 2009/10. O, lo que es lo mismo, uno de los pusieron esa primera piedra para que el club rojiblanco abandonara los infiernos y años después protagonizase los mejores años de su historia.
Aquel melenudo delantero acumuló posteriormente una extensa carrera que le llevó, entre otros equipos, a la Ponferradina. En el rival de este sábado del Granada militó desde 2013 hasta 2016 y se convirtió en ídolo de ‘El Toralín’ durante tres temporadas en Segunda División.
A sus 34 años, y ya sin melena, el cordobés continúa a pie de cañón, esperando solucionar unos problemas de rodilla para retornar al verde en óptimas condiciones y volver a sacar el capote en sus goles. Granada En Juego habló con él en vísperas a ese trascendental, sobre todo para los visitantes, Ponferradina - Granada, y señaló sobre su presente que “sigo dando guerra. Actualmente estoy afincado con mi familia en Pontevedra después de unos años de trotamundos. Jugué en el Viveiro la temporada pasada y ahora me encuentro recuperándome de una lesión para regresar al máximo nivel”.
Acerca de la etapa en Granada, comentó que “el cariño es mutuo. Fue un año de mucho aprendizaje y muy bueno a nivel personal y futbolístico. No tuve un rol de titular habitual porque la competencia arriba era enorme, pero me sentí muy valorado por los entrenadores, el club y la afición. Siempre he tomado los valores del Granada como míos”.
Fue, además, el hombre encargado de dar a la entidad andaluza el campeonato de Segunda B, con el ascenso ya consumado, precisamente en una eliminatoria frente a la Ponferradina en la que él marcó el gol decisivo: “Era un título nuevo y me siento muy orgulloso de poder aportar a ello. Fue una fiesta en todos los aspectos y marcar ese gol para lograr el trofeo fue el culmen a una gran temporada”.
Después vino Ceuta, San Roque de Lepe y Recreativo de Huelva antes de viajar hasta El Bierzo, donde permaneció tres campañas. De la ‘Ponfe’ aseguró sentirse “muy orgulloso de mi carrera y de haber estado en Ponferrada, sobre todo por el cariño que dejé en el club. No hay mayor satisfacción que esa”.
De cara al partido del sábado, indicó que “’El Toralín’ siempre aprieta. No hay ningún tramo en el que puedas relajarte, porque el potencial de la Ponferradina se multiplica en su campo y va a morder. No hay lugar a la tranquilidad y desde el minuto uno hasta el final hay que estar concentrados”, y se aventuró a dar unos consejos a hombres como Raúl Fernández o Manolo Lucena, con quienes compartió vestuario en Granada: “Ellos ya tienen sobrada experiencia y saben a qué estadio van. Por haberlo vivido desde el lado blanquiazul, les diría que tienen que estar vivos y despiertos desde el primer momento”.
Un duelo en el que Aitor Karanka estará bajo el punto de mira. Con respecto a ello, Berrocal afirmó que “segunda División es una categoría muy larga, el míster está experimentando un proceso y ese runrún no es positivo. Las prisas no son buenas consejeras. Me parecería precipitado a estas alturas jugarse el puesto”.
“Será un partido muy disputado. Lo que sí deseo a los dos equipos es muchísima suerte” expresó el todavía recordado futbolista, augurando un “duro encuentro”, pero confiando en que “a final de temporada, el Granada pueda celebrar cosas grandes, al igual que la Ponferradina”. Dos equipos en los que sus goles todavía resuenan con nostalgia y, especialmente, con mucho cariño.
