El último empujón
La afición, dispuesta a dejarse el alma y la garganta por llevar en volandas al Granada en busca de la permanencia el domingo frente al Espanyol
El domingo serán el número jugador doce. Una vez más. La afición del Granada CF vela armas desde el momento en el que Abdón Prats dejó al conjunto nazarí con la miel en los labios y evitó su permanencia matemática en el descuento del partido entre Mallorca y Rayo. No salió a favor el primer `match ball´, pero en la ciudad de la Alhambra saber que no se escapará el segundo.
Tras una temporada con más pena que gloria, el Granada se jugará continuar un año más en Primera División en la última jornada. Sobre el papel, todo pinta fantásticamente. El ‘Nuevo Los Cármenes’ presentará un lleno hasta los topes y el rival no se juega absolutamente nada. Pocos pronósticos apuntan a la catástrofe. Pero, los fantasmas del `Murcianazo´, del día del Quintanar o de las tardes en Baza y Linares todavía permanecen en la memoria de muchos seguidores.
Pasó un año y medio hasta que la hinchada nazarí pudo retornar a su casa después de la pandemia. En ese tiempo disfrutaron a través de la pantalla de un televisor de hitos inimaginables. Lloraron de felicidad con los goles de Montoro en Nápoles o de Soldado en Budapest. Y se amarraron bien fuerte el escudo en forma de bala cuando el mejor Granada de la historia puso fin a su sueño europeo, con la cabeza muy alta, en Old Trafford.
Nunca antes una temporada había arrancado con mayor ilusión, pese a que piezas fundamentales de ese equipo ya no estaban, empezando por el capitán, Diego Martínez. Aun así, después de haber saboreado en la distancia el cinco jotas, el entusiasmo y la esperanza permitían pensar que en un futuro próximo podrían vivirlo desde un estadio de fútbol.
No tardaron en bajar de la nube. El desastroso comienzo de campaña mostró la realidad. Tras una constante montaña rusa, que pareció adquirir una enorme caída a lo largo de 2022, la llegada de Karanka sembró el optimismo, tanto para el equipo como para la afición. Pero, éste último estamento siempre respondió, por muy mal que fuesen las cosas. Se tragaron en su propia casa actuaciones tan inaceptables como las protagonizadas por sus futbolistas ante Betis, Osasuna, Villarreal, Mallorca, Elche o Levante. Sin embargo, continuaron a pie de cañón por un camino que les ha llevado a depender de sí mismos para clausurar la temporada con algo que celebrar. Y, visto lo visto, debería ser a lo grande.
Este domingo tocará dar el último y mayor empujón a los suyos. Los aledaños de ‘Los Cármenes’ serán un hervidero desde horas antes del encuentro. Se prevé un recibimiento a la altura de la semifinal copera frente al Athletic, cuando los tiempos eran bien distintos en el club. Se luche por el objetivo que se luche, la afición ha demostrado ser el factor al que agarrarse de cara al futuro. Nuevas generaciones de granadinistas han surgido, y, dentro de dos días, pequeños y mayores soñarán en rojiblanco. Soñarán con ver a su Granada en la élite la próxima temporada. Y lo cumplirán.
Los de Sandoval descenderán matemáticamente si caen ante Osasuna y ganan Celta de Vigo y Real Mallorca
