Uno a uno: Manu Trigueros, talentazo descafeinado
Su calidad le salvó de una temporada irregular en la que sus limitaciones físicas le han impedido asentarse en el once inicial
La llegada de Manu Trigueros en el mercado veraniego de la pasada temporada supuso un chute de adrenalina para la afición granadinista y el propio club de cara a conseguir el ascenso a Primera División. La idea de contar con un centro del campo donde se juntarán peloteros como Sergio Ruíz, Gonzalo Villar, Reinier y el propio Trigueros con un perfil más físico como Hongla hacía ilusionar a más de uno en encontrar el equilibrio en los partidos que tanto extrañó el cuadro rojiblanco durante su estadía en Primera División hace dos campañas.
El estreno del ex del Villarreal fue muy bueno como rojiblanco. Guillermo Abascal apostó por él durante su corta etapa como técnico nazarí dándole la titularidad en la segunda jornada de liga tras firmar una gran segunda parte ante el Albacete en el estreno liguero, donde Trigueros deslumbró con su visión de juego y su temple con el balón en los pies, a pesar de la derrota en casa. Desde prácticamente primera hora se vio que el bueno de Trigueros suplía su falta de físico con su acierto en cuanto a calidad se refiere, ahorrando esfuerzos y siendo decisivo con el balón en los pies ante la condescendencía de un Guillermo Abascal que abusó de su figura en cinco de los seis encuentros que estuvo al frente del equipo nazarí.
Con Fran Escribá el veterano centrocampista rojiblanco adoptó otro rol, más secundario, de refresco y revulsivo para dar soluciones al equipo cuando más atascado se encontrase en los tramos finales de partido. Precisamente en el debut del técnico valenciano Trigueros, que ingresó en la segunda parte al verde, materializó su primer gol de la temporada en el empate que el Granada consiguió rascar en 'El Plantío'. Acumulando suplencias con titularidades, en un tramo medio de la temporada donde Manu Trigueros bajó sus prestaciones, llegó su momento poco después del comienzo de la segunda vuelta con la implementación del 'trivote' en el mediocampo por parte de Fran Escribá. Esa puesta en escena, con Hongla; Sergio Ruiz; Vilar y el propio Trigueros le hizo ser un útil muy efectivo para Escribá y sacó posiblemente la mejor versión de la temporada para él. Liberado de grandes esfuerzos físicos, Trigueros se desenvolvió en zonas del campo más ofensivas y fue una pieza más organizativa e ideadora del juego ofensivo rojiblanco.
La destitución de Escribá, que dejó de apostar por ese esquema de tres centrocampistas, no terminó de influir en el rol de un Trigueros que fue titular en el debut de Pacheta ante el Deportivo de La Coruña pero que, tras volver a ganarse la titularidad en el duelo ante el Castellón, fue sacrificado al descanso del choque en Santander frente al Racing debido al bajo nivel que mostró en ese partido en 'El Sardinero'.
Un futbolista con mucho talento y último pase que no consiguió asentarse en el once inicial, por la falta de físico para aguantar los partidos a alto nivel, pero que de cara a la próxima temporada, más teniendo en cuenta la salida de Villar, es un gran revulsivo para desatascar los partidos y brindar de ideas ofensivas al juego del Granada CF.
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