Covirán Granada vuelve a quedarse con la miel en los labios, 94-93
CRÓNICA | Los nazaríes volvieron a perder y continúan sin conocer la victoria tras cinco encuentros
Covirán Granada volvió a perder en un partido apretado, sumando su quinta derrota en otros tantos partidos. Los de Pablo Pin cuajaron un buen encuentro en líneas generales, en el que solamente las pérdidas de balón en el tramo final y el acierto individual del trió Kullamae-Smith-Killeya impidieron que se pudiera obtener el primer triunfo de la temporada. Tras este nuevo tropiezo el partido frente a Casademont Zaragoza se torna trascendental la próxima semana, pues el calendario posterior podría poner las cosas muy cuesta arriba a los nazaríes si no empiezan a sumar en positivo.
El choque comenzó igualado, con Smith y Costa como estiletes de ambos conjuntos, enzarzados en un duelo exterior, prácticamente infalibles desde el triple. La segunda unidad de Covirán ofrecía buen rendimiento, con buenos minutos de David Krämer. Gracias al buen hacer de los suplentes se llegaba a tener una renta positiva de 4 puntos, que quedaba en 21-23 para finalizar el cuarto.
En el arranque del segundo periodo se mantuvo la tónica seguida hasta ese momento, tomando el relevo en la anotación local el estonio Kullamae. El báltico firmaría el mejor partido de su carrera, finalizando con 33 tantos, de los que buena parte llegaron en este segundo cuarto. Abría hueco gracias a ello Bilbao, con 7 puntos de renta a falta de 3 minutos, parando el partido Pablo Pin, pues veía que la defensa exterior no se ajustaba a lo que necesitaba y exigía el partido. Lluis Costa y Kwan Cheatham mantuvieron la nave a flote, mandando el partido al descanso con 46-43.
Tras la reanudación fue el interior Killeya-Jones el que tomaba la batuta en ataque por parte de los bilbaínos, anotando bajo el aro y capturando rebotes que permitían a los suyos gozar de segundas oportunidades. Por parte de Covirán era Krämer el que mejores armas mostraba, demostrando el tipo de jugador que es (y que se esperaba). Las pérdidas de balón, que hasta ese momento habían estado controladas, lastraron a un Covirán que veía cómo el último cuarto comenzaría con 1 solo punto de desventaja para ellos, 69-68.
Con igualdad en el marcador, pero con un cierto aire a atasco en ataque, Covirán veía cómo Joe Thomasson cogía protagonismo ofensivo, tras un partido discreto. El norteamericano enlazaba 2 triples consecutivos que empataban un partido que parecía coger tintes bilbaínos. A partir de ahí los vascos fueron haciendo la goma, sumando parciales favorables que eran contestados por un Covirán que, gracias a Evaldas Kairys, parecía aguantar el tipo e incluso se colocaba 3 puntos arriba a escasos 3 minutos y medio para finalizar. Las pérdidas de balón volvieron a hacer aparición en el peor momento para los granadinos, que cedieron el mando y no volvieron a recuperarlo. Cheatham, con un triple a 1 minuto, estrechaba el partido en tan solo un punto, 89-88, pero Pantzar contestaba en la siguiente jugada y el carrusel de tiros libres certificaba la victoria local, tras un triple in extremis de Joe Thomasson que maquilló el marcador pero no pudo mandar el partido a la prórroga, 94-93.
BILBAO BASKET 94: Adam Smith 23, Alex Renfroe 5, Xavi Rabaseda 0, Tryggvi Hlinason 0 y Georgios Tsalmpouris 3 – quinteto inicial – Denzel Andersson 0, Sacha Killeya-Jones 21, Tomeu Rigo 0, Alex Reyes 6, Thijs de Ridder 1, Melwin Pantzar 2, Kristian Kullamae 33.
COVIRÁN GRANADA 93: Cristiano Felicio 12, Kwan Cheatham 9, Germán Martínez 3, Lluis Costa 20 y Joe Thomasson 16 – quinteto titular – Artur Konontsuk 0, Evaldas Kairys 8, Christian Díaz 3, Pere Tomàs 0, David Krämer 20, Yiftach Ziv 2.
PARCIALES: 21-23, 25-20, 23-25, 25-25.
ÁRBITROS: Calatrava, Castillo y Sánchez. Sin eliminados.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la quinta jornada de Liga Endesa disputado en el Bilbao Arena ante 8273 espectadores.
El técnico nazarí se mostró crítico con el nivel defensivo de su equipo en el segundo cuarto
Los nazaríes no estuvieron a la altura de las circunstancias y cedieron ante su inmediato perseguidor
