ONCE INICIAL
Infortunio, errores y mandíbula de cristal
El día D y la hora H como titulaba en mi anterior artículo se convirtió en nada, ya que a los soldados locales se les olvidó tal fecha, y lo dejaron para otro día. Quizás habría que hablar del minuto B, con B de Brahimi, y es que el gran jugador destrozó el partido con su error delante de la portería contraria y con su estúpida expulsión un minuto después.
Es verdad que de nuevo todo se puso en contra de los nuestros, actuación arbitral incluida, pero es que tampoco parece que solo sea mala suerte. El resumen sería. Fallo de Brahimi solo delante de portería, estúpida expulsión de Brahimi, gol del rival, fallo de Piti solo delante del portero rival, gol del Rayo. En muy poco tiempo te encuentras con un 0-2 y con un jugador menos. Pero no todo es mala suerte, ni mucho menos.
Jugaron finalmente Recio, Rico y Murillo, y ninguno rayo a gran nivel, seguro que mermados por sus lesiones. Pero es que no hay nadie más de quien tirar. El equipo está peleado con el gol, y así es difícil. Las tuvieron Brahimi, Piti, Recio, Rico y El Arabi, pero nada. Si fallas a puerta casi vacía, no solo es mala suerte. Luego con un 0-1 y con un Rayo que la toca de cine, Lucas decide quitar un centrocampista y meter un delantero, tirándonos de cabeza al abismo. Pero, es verdad que no hay centrocampistas de los que tirar. Pina y Cordero en el mercado de invierno arriesgaron y perdieron. Yebda debió irse solo si el Club hubiera atado otro centrocampista, y no solo jugadores del filial. Si además borramos a jugadores como Buonanotte y Pereyra, y a Benítez le pueden sus demonios, pues nos queda una plantilla muy mermada. Si Recio, Murillo, Rico y Riki están tocados, y si Piti e Iturra están lejos de su mejor momento, pues eso.
Llegamos al momento clave de la temporada con la plantilla físicamente muy tocada, con jugadores lejos de su mejor forma, y muy frágiles mentalmente, sin poder de reacción, cayendo al primer revés, sin saber sobreponerse a las adversidades, como el púgil de mandíbula de cristal que besa la lona a la primera. Si nosotros jugamos con 10, somos una banda, si es el contrario quien juega con 10, se juntan, se unen y pelean. Mucho tiene que ver lo ya comentado en varias ocasiones. El modelo Pina crea plantillas con poco o ningún arraigo en el equipo. Falta sentimiento. Pues sacan el coraje o nos llevan a segunda. Y no soy pesimista, pero tampoco podemos mentir, y la situación está como está. Si nuestra esperanza goleadora, solo ante el portero prefiere un centro a un disparo, es que o cabeza, o piernas, o ambas están fallando.
Estamos 4 puntos por encima del descenso que marca el Almería ( al Valladolid le resta jugar con el Madrid ) contra quien tenemos que jugar en nuestro Estadio, muchos lo firmarían. La jornada nos dejó las buenas noticias de las derrotas de Valladolid, Osasuna y el empate del Elche, y las malas noticias de las victorias de Getafe y Almería, además de la derrota del Sevilla frente al Bilbao, que quizás haga que ambos equipos jueguen los partidos que les restan frente a rivales nuestros muy relajados. De todas las maneras no deberíamos fijarnos en lo que hacen los otros, pero es lo que hay.
No queda otra que seguir apoyando a los nuestros, por la ilusión de seguir viendo a nuestro equipo una temporada más con los mejores. Ahora toca San Sebastián, plaza complicada pero ante un rival que no se juega gran cosa. El asunto es meridiano. Si se sale como ante Celta, Villarreal, Almería, Sevilla, Bilbao, Espanyol y Málaga el equipo lucirá una nueva muesca en su listado particular de esperpentos, y si sale con ganas, coraje y determinación, calidad se supone que hay para poder darnos una alegría.
A ese público que lleno el estadio frente al Rayo no le queda otra que seguir esperanzado en que al final, con sufrimiento, y con demasiados errores que deberán de ponerse encima del tapete a la finalización de la temporada, los nuestros obtendrán el premio de la permanencia. Estoy seguro que lo conseguiremos.
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