MINUTO 28
Sigue el Granada el guion previsto. Sandoval ya es historia en una de las peores temporadas del equipo de la ciudad en su militancia en primera. De las peores hasta el momento, pues aún hay margen para hacerlo peor y hasta para terminar bajando a segunda con estrépito. Aunque eso está por ver.
El de Humanes se va dejando un sabor agridulce en la
afición. Por un lado se ha tratado de un técnico que, en cierto modo, ha
conseguido que la grada empatice con él en momentos en los que para otros
técnicos que se han sentado en la caseta rojiblanca, hubiese sido una quimera.
Por otro queda para la posteridad habiendo dejado varias marcas de malas rachas
y dejando
en el aspecto positivo tan sólo el milagro de habernos salvado la temporada
pasada del descenso. El caso es que este deporte está lleno de topicazos, y uno
de ellos reza diciendo que no puedes echar a veintidós futbolistas y que la
cadena se rompe por el eslabón más débil; el del míster. Que le vaya bien al
hombre.
Y, como en años anteriores, volvemos a repetir historia por cuarta vez en cinco intentos (quitando la temporada de Alcaraz). Este día de la marmota que decía la semana pasada. Ahora es José González quien debe obrar el milagro. Le ha tocado.
Quienes no querían al almeriense Francisco por inmadurez
en los banquillos de primera se topan con un míster que sale de fábricas de
categorías inferiores y se oyen cargar ya los mosquetes de los habituales e incondicionales
detractores de Pina para descerrajar en los medios el cambio en el banquillo,
no porque se vaya Sandoval, sino porque no haya venido en
su lugar un nombre de cuajo y sí un currito casi desconocido, procedente de los
sótanos futboleros o de segundo en equipos exóticos en ligas allende los mares.
Pina, de alguna manera, en este aspecto vuelve por sus
fueros. Apuesta como se suele decir por hombres y no nombres. Por alguien de
la casa, alguien al que conoce y no por la tele o a través de sus
representantes. Y Pina aquí pues ha tenido sus luces y sus sombras. Su apuesta
de mayor rendimiento fue la de Fabri que, ya sin lugar a dudas y junto a
Joseíto, son los
entrenadores que más cariño se le tiene entre la afición. Apuestas como la de
Anquela, por ejemplo, no fueron muy fructíferas.
Y es que, aunque el nuevo entrenador rojiblanco sea inédito en primera, quienes de alguna manera, conocemos cómo trabaja con los futbolistas, guardamos cierta esperanza en volver a salvarnos otro año más. González es de las personas que tiene un don que no se estudia, ni se compra, ni se adquiere en cursillos de coaching; el carisma. Es un tipo peculiar, curtido en las duras condiciones de la segunda y la segunda B muchos años. No es un míster de aula, es un míster de barro, hierba, sudor, sacrificio y trabajo.
Un míster de perfil muy distinto a lo que pueden esperar jovencitos que con veinte años escasos, atesoran los mismos euros en sus cuentas bancarias que una docena de profesionales en toda su vida laboral. Viene uno de la calle, que sabe lo que vale un peine. Viene el orden, la disciplina, el temple, el rigor, el respeto. Viene un hombre que siente un profundo respeto por los valores de este deporte. Hay, como digo, lugar para la esperanza.
Mucha suerte míster, bienvenido a Granada.
@MartosMS
Fernández Grande y Alba Membrilla, los más fuertes de la prueba
