ONCE INICIAL
Otro despropósito en Leganés complica el objetivo
Desde fechas antes del partido frente al Leganés, Lucas ya se quejaba del calendario que le habían puesto al Granada CF, y sobre todo con vistas a un partido que se antojaba clave. Hizo bien en decirlo, pero hizo mal en repetirlo tantas veces y en no difundir un mensaje positivo hacía su plantilla, algo así como cualquiera que salga lo hará bien, competiremos perfectamente esté quien esté, o mensajes parecidos a estos.
Además, todos los equipos han pasado por situaciones parecidas, como por ejemplo el propio Leganés que tuvo 24 horas menos de descanso que el Granada en su enfrentamiento previo frente al Valencia. En ese caso, Garitano optó por sacar frente al Valencia a muchos suplentes, pero Lucas no opto por ello frente al Alavés, y es que es cierto que los puntos de unos y de otros permitían ciertas concesiones a los madrileños que Lucas no se pudo permitir.
Para finalizar con el tema, dicho argumento tampoco tiene mucha validez, y por ejemplo hace pocas fechas el Granada se enfrentaba a un Bilbao herido en su orgullo por la eliminación europea, con bajas tan significativas como Laporte, DeMarcos, Adúriz o Raúl García, y con muchos más kilómetros que los nuestros en sus piernas, y el equipo de Lucas perdió siendo inferior al rival en absolutamente todo, también en lo físico. Quizás no era físico, era querer.
Por lo tanto, reconociendo que el Leganés salió con más gasolina, no es excusa para el despropósito de partido que se marcaron los nuestros. SI te estás jugando la vida, no ser capaz de rematar ni una sola vez a puerta habla más de ganas que de físico. El bagaje ofensivo de los nuestros se limitó a un fuera de juego muy justo a los 20 segundos pitado a Ramos cuando se iba solo a la portería contraria, a un disparo de falta directa sin ningún peligro para el meta rival, además de tres faltas botadas que no encontró rematador, para desesperación de todos.
El partido iba para 0-0, y solamente un grave error de Lombán (vaya temporada la suya) nos privó de un punto que hubiese sido importantísimo. El rival mereció más que nosotros, sobre todo en la segunda parte, donde los nuestros ni podían ni sabían que hacer. Pero es obvio que el resultado no solamente se dio por un tema físico, y es que Lucas demostró que su esquema es inamovible, con independencia de las circunstancias, que la segunda unidad del equipo es inexistente, con jugadores como Lombán, Vezo, Samper, Boga o Ponce que no aportan prácticamente nada, y sobre todo confirmo que los nuestros lejos de casa van de horror en horror. Que marcase Machis responde al cese de Piru, entre otras muchas cosas, y a la nefasta gestión de la plantilla de Jémez, ocupado hoy en día en sacar el cuello de México.
Y ahí está el problema, en la poca cantidad de jugadores fiables, y en los partidos fuera de nuestro estadio. En casa frente a Las Palmas, Betis y Alavés se ha peleado, se ha competido, y con algo de fortuna se han sacado los partidos adelante, pero el ridículo de Eibar, la inoperancia de Bilbao, y la casi incomparecencia de Leganés nos dice que el equipo fuera es lo peor de la categoría, según impresiones y datos objetivos. Y el problema es gordo, ya que los siguientes partidos en casa son el Atlético y Barcelona y fuera Gijón y Deportivo, y no hay que ser muy espabilado para entender que o cambia la dinámica, o podemos sumar muy poquito.
En resumen, el equipo nos tiene instalados en esa montaña rusa de emociones, animándonos cuando juega en casa, y hundiéndonos cuando juega fuera. Personalmente opino que aun reconociendo que falta mucho, está dinámica no nos va a valer para lograr nuestro objetivo.
Para finalizar, punto in extremis obtenido por el filial ante un muy buen Cartagena, según cuentan las crónicas, y partido sacado con holgura por los chicos del baloncesto, todavía con el objetivo del ascenso directo a su alcance, en espera de unos partidos finales trepidantes.
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