OPINIÓN: De nuevo salió cruz, por Roberto Castillo
Volvió a pasar, una vez más la historia daba la oportunidad al CB Granada de dar un paso adelante a la hora de marcar sus objetivos, pero de nuevo pintaron bastos para los nazaríes. Pasó en su día frente a Cajasol o Joventut a la hora de luchar por entrar en la Copa y volvió a pasar, en esta ocasión frente a Estudiantes, y con la intención de abordar los puestos de privilegio de la tabla, o al menos de cercarlos con opción de premio.
Antes del partido el espíritu general en la afición era de confianza, “vamos a ganarles” se decía, en parte por la irregularidad de los estudiantiles, en parte por la inyección de confianza que suponía haber vencido a un DKV Joventut, en su propia casa, y al que recordemos se llevaban 5 años sin vencer en ningún tipo de enfrentamiento. Pero, por enésima vez, no pudo ser.
No pudo ser por varios motivos, porque quizá es que no somos tan buenos y no hay tanta plantilla como se piensa, especialmente por dentro, porque quizá se infravaloró a un Estudiantes que obviamente no es el de hace un lustro, pero tampoco el de hace 2 años, o porque quizá la victoria frente al Joventut fue propiciada más por demérito verdinegro que por mérito nuestro.
En los mentideros del baloncesto se dice que los hasta entonces hombres de Sito Alonso estaban un poco hartos de él, y que le estaban haciendo la cama como popularmente se dice. Que querían que se fuese, vamos. Su racha negativa puede que así lo delatase, y la derrota frente al CB fue el detonante de su destitución, pero no obstante yo soy bastante escéptico ante dichos rumores, ya que me gusta pensar que los profesionales son siempre honrados. Y también, por qué no decirlo, porque creo que en Badalona se cuajó un partido excelente de bloque, donde todos los miembros rayaron a un nivel muy alto.
Un nivel que no se mantuvo el pasado sábado, no al menos durante los 40 minutos. El equipo tuvo fases de juego estupendas, como el comienzo del partido con un Joe Ingles intenso a ambos lados de la pista, asistiendo a sus compañeros y propiciando un juego de circulación rápido y vistoso. Pero como en otras ocasiones ha pasado, un par de decisiones arbitrales polémicas sacaron al equipo de su dinámica, los hizo descentrarse y propiciaron una remontada de los colegiales que ya no pudo ser frenada de ninguna de las maneras, a pesar de que un recuperado para la causa Juani Jasen tirase de coraje al enfrentarse a su hermano mayor e hiciese ver un halo de esperanza al cuadro nazarí, halo baldío a la postre.
Con el nombre de Jasen surgen en mi cabeza algunas dudas sobre jerarquía y desempeño. Era bastante claro que, hasta el momento de ser sentado, el argentino estaba siendo el revulsivo del equipo, con acciones notables en ataque y defensa, provocando faltas al rival y echándose al equipo a las espaldas, a pesar de no ser ese su cometido a priori, pero a la hora de la verdad Trifón Poch decidió sentarlo para dar salida al titular Jimmie Hunter, que estaba teniendo, hasta entonces, una actuación discreta. ¿Hasta qué punto es preciso mantener la rotación por jerarquía? Considero que en un vestuario debe haber siempre ciertos roles, pero no es menos cierto que si en un momento dado un jugador está enchufado al partido debe sacársele el máximo partido, aunque sea en detrimento de otro, en teoría, superior a él.
Pero no hay que desesperar. El objetivo de la salvación parece, a priori, cumplido. Solamente una debacle monumental daría con nuestros huesos en la temida LEB, ya que con 2 ó 3 triunfos más, y hay oportunidades más que factibles para ello, nos salvaríamos. Y el playoff sigue ahí, a tan solo un triunfo, tan cerca pero a la vez tan lejos, esperando a que, de una vez por todas, se consiga vencer en las citas que permitan afrontar ese paso adelante que todos estamos esperando.
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