OPINIÓN: La ignorancia, por Gabriel Rosario Lázaro
Como es posible que Félix Cobos, ese directivo al que el Granada CF le costeara el título de Director Deportivo, alardee después del más rotundo fracaso deportivo y al mismo tiempo quiera dejar en mal lugar al resto de los que opinan.
Su mayor éxito al frente del Granada CF, una entidad con más de 78 años de historia, ha sido una quinta plaza en Segunda División B, ni siquiera ha disputado promoción de ascenso. Para ello fichó a más de cuarenta futbolistas, cuatro entrenadores y gastó más de cinco millones de euros.
Ahora se vanagloria del fichaje de Vicente. Apunta este personaje que sin conocerlo un amigo se lo recomendó, cuando todos saben que el alicantino llegó de la mano de Josip Vinsjic. Así se entiende el fracaso tan rotundo de su gestión, con recomendaciones y amistades, igual que su amigo el Presidente no residente, que ha llegado a aumentar la deuda casi al doble en su corta etapa dirigiendo el club.
El director deportivo se ha ido afortunadamente, pero sin dar explicaciones ni asumir responsabilidades, con la cabeza agachada, y con un título debajo del brazo que, supongo, le servirá para buscar otro club al que orientar en lo deportivo para llevarlo a la Champions. ¿Por qué el ‘ilusionado’ no explica la mala planificación de la plantilla de cada temporada, la descompensación por puestos y los contratos tan elevados con jugadores que no aportan nada al técnico actual?
Cobos se dirige de vez en cuando al foro de aficionados, ése que lo adora y lo eleva a los altares, y reconoce que un jugador cuando viene al Granada CF cobra más del doble de lo que percibía en su club de procedencia. Por ejemplo, reconoce que Vicente cuesta diez veces más que Israel, algo es algo. Ahora, la gestora busca un director deportivo de prestigio y sabiduría, cuando estos pusieron al primero amigo de Paco Sanz que encontraron a lo que nadie se opuso en tres años, ni siquiera José Antonio Grande, que dimitió porque no compartía sus planteamientos, ni tampoco Santi Antonaya, que se fue a última hora porque querían que apaciguara los ánimos en el vestuario.
Algo parecido pasa con Sergio Rodríguez, un sub23 que procede del filial del Valencia, otro club que tampoco lo necesita, lo cede al Granada para que alivie su presupuesto, le conceda minutos para formarlo y después lo devuelva con más experiencia. Mi pregunta es ¿qué rentabilidad saca el Granada de estas operaciones tan rocambolescas?, ¿quién se beneficia de estos fichajes cuando al finalizar la temporada regresan a su club de procedencia? Vuelvo a repetir que en el fútbol provincial hay jugadores mejores que los sub23 que se están fichando de fuera. ¿Ya no nos acordamos de Cazorla? Y uno que es una firme promesa como Jony Rosales se firma y se le relega al obstracismo. Ni Cano ni Braojos le han dado bola. El chaval, harto de entrenar a diario, ha firmado por lo que resta de temporada y dos más con el Atlético de Madrid. Aquí no cobraba ni los mil euros al mes.
Sin embargo, firmamos a futbolistas de vuelta como Ángel Morales con una ficha astronómica para la categoría. Ahora no sirve ni para suplir al sancionado Javi García en Écija en banda, Braojos lo cambia se enfada y lo sancionan por darle una patada a una botella e introducirla en el campo. La política deportiva es deprimente. Nosotros pagamos por un jugador a precio de oro y los nuestros los damos gratis. Otro que da la talla es Diogo Fonseca, un futbolista que no sería titular ni en Tercera División.
Me alegro de que Ignacio Cuerva, granadino y granadinista, se haya hecho cargo del club. Le deseo lo mejor a él y a su Junta Gestora, la tarea no será fácil. Por último, les recordaré a todos los salvadores del Granada CF que censuran incluso la entrada a la Junta Gestora de personas que no son socios o no tienen la antigüedad precias, que se vayan preparando para ayudar al club de forma que se igualen las aportaciones de las instituciones y empresarios, porque de lo contrario los únicos que dejaran al club en la cuneta serán sus propios salvadores.
El entrenador del Maracena B señaló que no "han estado tranquilos hasta que acabó el partido en Almuñécar"
