Uno a uno
Robert Ibáñez e Iturra lideraron el nuevo Granada en Riazor
Oier (5): aunque no tuvo mucho que hacer en los dos tantos que encajó, dejó alguna muestra de inseguridad en los balones aéreos. En un partido donde cualquier acción podía ser determinante, es importante mostrar contundencia en ese tipo de jugadas para evitar fallos y no dar pie a fallos arbitrales.
Foulquier (4): notable en ataque, suspenso en defensa. En el gol del empate deportivista, Lucas Pérez se coló entre él y Babin como Pedro por su casa, como si la cosa no fuera con ellos. También tuvo importantes problemas para frenar a Cavaleiro. En la faceta ofensiva, incisivo hasta el final, creando peligro gracias a su potente zancada.
Babin (5): al francés le cuesta cada vez más ser el líder en la zaga. Se encontraba más cómodo haciendo el papel de secundario con Murillo a su lado. Se tragó el gol del empate, en connivencia con su compañero Foulquier.
Mainz (6): ante los problemas de Babin para liderar el centro de la zaga, el capitán rojiblanco se está afianzando poco a poco. En ese papel. Estaba llamado a tener una presencia prácticamente testimonial, pero su rendimiento está como mínimo a la altura del de Babin.
Insúa (5): otro debut exprés el del argentino. Se le ven condiciones, sobre todo presencia, corpulencia y potencia. Sin embargo, la liga española se juega a otro ritmo que la argentina, y le costó entrar en juego. Habrá que darle más partidos.
Fran Rico (6): ante el estado del césped, poco propenso para el juego del gallego, se puso el mono de trabajo y ayudó a su equipo. Además, sirvió el balón del gol del empate y provocó la expulsión de Fariña.
Iturra (8): una de las sorpresas agradables de la mañana fue la recuperación de Manu Iturra, que firmó posiblemente su mejor partido del año. Asistió a Piti en el gol y estuvo muy activo, tanto en creación como en destrucción.
Lass (4): el guineano está yendo de más a menos y le está costando integrarse en el juego colectivo. Estuvo demasiado individualista y tuvo un par de ocasiones para servir balones de gol que desaprovechó. O espabila, o hay gente en el banco que pide paso.
Piti (7): golazo de los que se le piden y recuerdan al mejor Piti. Con el avance del partido, y especialmente cuando éste se convirtió en un correcalles, fue desapareciendo paulatinamente. Se le nota mucho más cómodo actuando en la mediapunta, y este debe ser su hábitat natural.
Robert Ibáñez (8): muy activo y luchador todo el partido, dejó carreras de auténtico lujo, y además encontró el premio de un gol que vale su peso en oro. Tiene maneras, juventud y descaro, y sobre todo, madera de gran jugador. Si mantiene este nivel e implicación, será sin duda el gran refuerzo de invierno.
El Arabi (2): nivel paupérrimo el mostrado por el marroquí, que mantiene su puesto en el once sólo por inercia. Tuvo un remate cómodo para el 2-0 y golpeó al aire. En este estado de forma, no es delantero ni para segunda. Tristísimo.
Juan Carlos (5): fue el primer cambio de Abel y puso ganas y pundonor, aunque el partido estaba ya casi roto. Su pelea por el balón en el gol del empate le honra. Tendrá que pelear con Insúa por la titularidad en el lateral, ya que el extremo parece estar más caro y su papel quedaría relegado al de revulsivo.
John Córdoba (5): volvió al once tras su lesión muscular y no mostró demasiado. Si recupera pronto la forma, tendrá que ser titular en este equipo visto las prestaciones del resto de delanteros.
Rochina (5): otro que regresaba tras su lesión, y acabó nuevamente tendido en el suelo al final del partido. Su papel tiene que ir cobrando importancia de una vez, pero no acaba de vérsele implicado y se muestra hasta indolente en algunas fases. Se espera más de él ya que tiene un punto de calidad por encima de la media de la plantilla.
El centrocampista malagueño pasa a ser agente libre
