Covirán Granada vence pero no convence, 68-65

Los nazaríes sufrieron en demasía ante un Zamora que a punto estuvo de dar la sorpresa

Covirán Granada volvió a la senda del triunfo ante el colista, Zamora, que a punto estuvo de dar la campanada y ser el segundo farolillo rojo en atragantársele a los rojinegros de manera consecutiva. Los granadinos, que gozaron de rentas de hasta 16 puntos, sufrieron otra monumental pájara, como viene siendo prescriptivo en todos sus encuentros, y no dieron la imagen de conjunto sólido y aspirante a todo que mostraban hace unas jornadas.

El partido comenzó con un Covirán contundente en ambos aros, con un Maodo Nguirane que tuvo una excelente carta de presentación ante la afición nazarí. Anotando con fluidez y reboteando con intensidad, las rentas fueron creciendo, llegando a ponerse 20-4 y dejando entrever que el choque sería plácido. Nada más lejos de la realidad. Los zamoranos, tras un nefasto arranque, fueron limando poco a poco las diferencias de la mano de unos luchadores Hansen y Libroia. Del 30-13 que lucía en el electrónico mediado el 2º cuarto se pasó a un más ajustado 34-27 para llegar al descanso.

Tras la reanudación, las luces del Covirán parecieron fundirse de forma total. La zona impuesta por el equipo zamorano se le resistía, los fallos se sucedían, a veces en acciones de 3ª o 4ª oportunidad, y los visitantes, poco a poco, iban sumando. Dos triples de los mencionados Hansen y Libroia situaban los guarismos en 40-44 a poco del término del 3er cuarto, lo que forzaba a un superado Pablo Pin a pedir tiempo muerto, bajo el run run de la hinchada. La figura de David Iriarte emergía entonces desde el banquillo para dar un poco de oxígeno a los nazaríes con un par de buenas canastas que los colocarían, junto a un tiro libre de Devin Wright, 1 arriba a expensas del último acto, 45-44.

La igualdad y el desacierto fueron la tónica imperante en este último envite. Ninguno de los dos conjuntos se veía capaz de asestar un golpe definitivo al partido, logrando exiguas ventajas que pronto eran contrarrestadas, hasta que, a falta de 3 minutos para el final, 2 triples de Eloy Almazán, unidos a una técnica al visitante Hernández, y un nuevo triple de Iriarte generaban 8 puntos de renta que hacían ver la luz del túnel cerca, aunque como en las películas de terror, Zamora aún tenía que dar un último susto, y merced a un 3+1 de Hansen y otro triple más de Libroia situaron a Zamora a tan solo 1 punto, 66-65. Carlos Corts tuvo pulso firme y anotó los 2 tiros libres de que dispuso a 3 segundos del final para rubricar una sufrida victoria de la que los locales deberán extraer algunas consignas que les hagan ser más fuertes para los duros cruces que se presentan.

COVIRAN GRANADA 68: Eloy Almazán 12, Alejandro Bortolussi 3, Manu Rodríguez 13, Maodo Nguirane 11 y Carlinhos de Cobos 3 – quinteto titular – Carlos Corts 4, Germán Martínez 0, Devin Wright 11, Alo Marín 0 y David Iriarte 11.

AL QZ ZAMORA 65: Christopher Soler 10, Andrés Cardito 0,  Christopher Hansen 15, Adrián Méndez 4, Brett Ervin 9 - quinteto titular - Anthony Libroia 15, Xavi Hernández 9, Bas Veenstra 0 y Xabier Arriaga 3.

ÁRBITROS: Hurtado y Ternero. Eliminaron por 5 faltas personales al visitante Brett Ervin.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 17ª jornada de liga LEB Plata disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada ante 3012 espectadores.

redaccion@granadaenjuego.com