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La puntería no estuvo del lado rojiblanco y la victoria se esfumó
En uno de esos metaversos que están tan de moda, el balón de Uzuni que se estrelló con la madera hubiese ido unos centímetros más abajo, convirtiéndose en uno de los tantos mas bellos del curso; y, apelando a la épica, redentora en otros momentos, alguna de esas ocasiones posteriores se habría materializado, dándole el triunfo al Granada, que se encaramaría a lo más alto de la tabla, pero la realidad fue bien distinta y en esta ocasión esa mezcla de acierto y fortuna le dio la espalda a los rojiblancos.
La derrota escuece, más por el cómo que por los puntos derramados en El Molinón, que por suerte no cambian el paso de los nazaríes, pero sí debe servir el tropiezo como reflexión y aviso de cara al sprint final, donde la plantilla debe ser consciente de que poniendo la calidad sobre la mesa no basta, y que hay que igualar a los rivales en ambición y ganas, eso que faltó durante el primer acto ante el Sporting.
Como en otras ocasiones, el equipo reaccionó, pero una vez más confiándolo todo a la calidad y la pegada de acciones individuales, a las musas de jugadores diferenciales que se han acostumbrado a decidir partidos con solo agitar la barita, pero eso no fue suficiente y el Granada desperdició una oportunidad inmejorable para ir marcando diferencias con el resto de perseguidores.
Oviedo, Ponferradina o Málaga, partidos que siguieron un guion similar al visto ante el Sporting, y que bien podían haber acabado con resultados diferentes, restándole hasta cinco puntos a los granadinos, que sin esa cosecha estarían varios puestos por debajo de su situación actual y alejados del ascenso directo.
Por surte, la realidad para el Granada es esperanzadora, el equipo depende de sí mismo y la derrota en Gijón debe actuar como espoleta para que los rojiblancos recuperen su mejor versión, alejada de la actitud apática que transmitió el conjunto granadino durante el primer tramo del choque.
El club asumirá la totalidad de los gastos que genere el uso del campo de fútbol y también el mantenimiento ordinario de la instalación
