El Granada Femenino brinda por "disfrutar del camino como hormiguitas"
Roger Lamesa y las capitanas rojiblancas atienden a Granada En Juego en vísperas de la Navidad y de un 2023 que se presenta más que ilusionante
La Navidad resulta siempre un periodo en el que transcurren fechas catalogadas como familiares, llenas de emoción, reencuentros y disfrute entre los seres más allegados. En el Granada Femenino no es necesario que llegue el 24 de diciembre para sentir esa fraternidad. Un equipo compuesto por una verdadera familia, que junta supera adversidades y obstáculos, con miembros siempre dispuestos a hacer mejor a quien se tiene al lado.
A lo largo de este 2022 al que le restan escasos días, el Granada ha demostrado que la “eterna lucha” no se negocia. Ni en un entrenamiento, ni en un partido. Tres de ellos los ha jugado en el ‘Nuevo Los Cármenes’, donde reflejó su espíritu sobre todo en el último contra el Betis, hace apenas un mes. Y dará la bienvenida al 2023 con otra visita al coliseo rojiblanco, esta vez para medirse al Alavés y buscar la gloria de los cuartos de final de Copa de la Reina.
Paso a paso y piedra a piedra, el equipo nazarí ha construido unas bases muy sólidas para que muchos niños y niñas de la provincia tengan unas referentes en las que fijarse. Se ha ganado a pulso esa circunstancia de ser “ejemplo de”. De humildad, de compañerismo, de entrega, de pasión… Pero, lo más importantes, de ser aún mejores personas que futbolistas, y eso que el listón está muy alto.
Granada En Juego reunió en la Ciudad Deportiva a varias caras visibles de esa familia. En vísperas a la Navidad, el entrenador Roger Lamesa y las capitanas Lauri, Marta Carrasco, Cristina Moreno y Laura Pérez protagonizaron el primer brindis del equipo femenino hecho a un medio de comunicación, en el que desearon los mayores éxitos deportivos y personales. Aunque, las personas que conocen bien al equipo saben que esos éxitos llegarán a través del trabajo diario, del semana a semana y del día a día.
A día de hoy, Roger Lamesa es, posiblemente, la persona nacida en Lleida más granadina posible. Un año y medio le ha bastado para ganarse el cariño de la afición y mostrar que su valía como técnico es digna de una superior categoría, algo que también ocurre en el terreno de juego con muchas de las futbolistas rojiblancas. Cambió por completo el discurso de cada temporada anterior, en la que el único objetivo solo podía ser el ascenso, por lo civil o por lo criminal. Ha sabido restar la presión y ha logrado que sus jugadoras disfruten compitiendo.
Pero, si hay una “forastera” que se siente todavía más granadina, esa es Lauri. La capitana nunca olvida a su Albacete natal, la tierra de donde tuvo que salir para convertirse en leyenda, aunque Granada le ha dado casi tanto como ella a Granada. Dos goles ha marcado en el ‘Nuevo Los Cármenes’ este año, y resulta imposible quedarse con una de sus dos celebraciones. Como también es imposible no emocionarse recordándolas.
Más tarde que Lauri llegó Marta Carrasco, y no por ello respira granadinismo de forma diferente. Además, la palabra “referente” se instala en ella en sentido literal, ya que, además de impartir clases en la defensa, enseña a las más jóvenes que con constancia y esfuerzo pueden llegar a lograr sus metas y sueños. Su acento sevillano no se perderá, pero su corazón ya es rojiblanco horizontal.
Hablando de familia, un encaje perfecto en cualquiera es Cristina Moreno. La sonrisa solo la pierde sobre un terreno de juego, señal de competitividad, pero fuera de él cuesta relacionar su simpatía y empatía con la garra que muestra en el verde cada semana. Su padre la dirigió en la única temporada en la historia del Granada Femenino en la máxima categoría, y sueña vivir de nuevo algo así, aunque en esta ocasión sea desde la grada el lugar en el que la apoyan. Y de qué forma. Para los ‘Moreno’, siempre es Navidad y el cariño no es cosa solo de unos días contados.
Analizando primero la calidad deportiva, el club cuenta todavía con una de las mejores futbolistas granadinas desde una década atrás. Laura Pérez sigue galopando la banda con la rojiblanca horizontal ataviada. Cada zancada suya es un aumento de ritmo en los corazones de los aficionados. Sobre todo el de una en concreto, a la que suele llamar mamá, que nunca falla en los partidos de su Laura María. Los párrafos se extenderían mucho más si el argumento pasara a centrarse en su calidad humana. A su dorsal habría que sumarle tres unidades para poder calificarla en ese aspecto.
Ellas tienen sus deseos de año nuevo. Nosotros, el nuestro. Qué bonito sería ver cada jornada sumarse niños, niñas y adultos a esta familia. Que el Granada Femenino sienta el cariño merecido en la Ciudad Deportiva y en el ‘Nuevo Los Cármenes’, donde ojalá el equipo reciba el calor de los aficionados en muchas ocasiones. Sería un regalo que esas propias personas también se estarían haciendo a ellos mismos.
La jugadora del Granada CF Femenino B debutó ante Francia en el Europeo sub-17
