Juan Zamora y Paco Escudero subieron míticos puertos del Tour como el Tourmalet o Luz Ardiden
No hay límites de esfuerzo y superación para el ciclista benalúense Juan Zamora López y para el purullenero, Francisco Escudero. Ambos pasearon el nombre de Guadix, Purullena y Benalúa por los míticos puertos del Tour durante este mes de julio y es que, además de contemplar las etapas y ver en acción a los Froome, Quintana, Valverde, Purito Rodríguez o Contador, tuvieron la oportunidad de subir con sus bicicletas ellos mismos a cimas que han pasado a la historia como Tourmalet, Luz Ardiden, Hautacan o Soulor-Aubisque.
A sus 60 años, Juan Zamora se enganchó al ciclismo gracias a su ídolo, Pedro Delgado, porque era muy impulsivo y entonces no había pinganillos. Maestro de profesión, asegura que aún le queda cuerda para rato en el mundo del ciclismo y ha obtenido más de una decena de diplomas en el circuito de Ciclismo a Fondo.
¿Y cómo empezó Juan en la bicicleta? Pues con una anécdota bastante curiosa: En aquellos tiempos era difícil plantearse el ciclismo como profesión. Empecé viniendo en bicicleta, con nueve años, desde la estación de Fonelas hasta Benalúa y desde allí a Guadix hasta el instituto. Cuando me vine destinado a Guadix y vi que había gente con la bici, me animé y me enganché definitivamente.
Así nos cuenta Zamora su experiencia junto a Paco Escudero estos días de julio en Francia: Después de años viendo el Tour de Francia delante del televisor y como buen aficionado a este deporte, me surgió la idea de que algún año debía estar presente en alguna etapa y vivir esos momentos mágicos donde los aficionados y ciclistas están tan cerca y donde el respeto, salvo raras excepciones, es máximo. Y por fin llegó ese momento esperado y manos a la obra, experiencia que compartí con mi gran amigo y también ciclista aficionado Paco Escudero.
La etapa que eligieron no podía ser otra que la que discurrió por el mítico Tourmalet, uno de los puertos que más historias ha presenciado en la carrera francesa 17 ,1 km con una pendiente media del 7,3 %. Según relata este ciclista benaluense, como aficionado y practicante de este deporte, no nos íbamos a conformar solo con verlos, también teníamos que organizarnos y subir todos estos puertos que han hecho historia en el Tour. Establecimos nuestro cuartel general en Luz De Sant Sauver encantador pueblo muy cerca de Argeles-Gazsot, situado en el corazón de los valles del Gaves.
La primera experiencia de ambos ciclistas de la comarca accitana fue la subida a Luz Ardiden: El inicio del puerto estaba situado al escaso metros de nuestro hotel. Se trata de un puerto constante en porcentajes y sumamente enredado hasta coronar, el reto es superar las más de 30 espectaculares curvas de herradura hasta el final, son 14 km de subida con una pendiente media del 7,5%.
El segundo día les tocaba ver la etapa y la ascensión por sus dos caras del Tourmalet: Sin duda el rey de los Pirineos. No es el más duro, ni el más largo, ni el más bonito, pero sí el más mítico de la ronda gala. La subida la empezamos desde Luz Sant Sauver, 19 km con un desnivel de 1405 m. y un porcentaje medio del 7,5%, la cima se encuentra a 2115 metros. Es un puerto interminable donde la mayor dificultad esta en los kilómetros finales. La recompensa está en la cima y el monumento al ciclista, donde al llegar nos encontramos con cientos de cicloturistas haciendo cola para inmortalizar la ascensión, asegura Zamora.
Después de hacerse la foto de rigor y más de una hora de espera, decidimos bajar a la Mongie, tomar un refrigerio y vuelta a subir, en esta ocasión por San Marie De Campan. A falta de un kilómetro para la cima, decidimos que ese era el sitio para ver la etapa. Más de 4 horas de espera , bajo un sol infernal, siendo lo más espectacular la caravana publicitaria con más de 160 vehículos y dos horas y media de paso. Llegó el momento esperado con el paso de los ciclistas y la carretera llena de aficionados a ambos lados dando todo el apoyo y aliento a los ciclistas. Impresiona ver las caras de sufrimiento de estos deportistas que van al límite de sus fuerzas.
Después de un viaje tan largo, ambos ciclistas de la comarca accitana tenían que seguir con la ascensión a más puertos. Así, que optaron por subir el Soulor-Aubisque (por Argeles-Gazost) con sus 30 kilómetros de ascensión. Encadena esta subida dos puertos Col de Soulor y Col de Aubisque, recorriendo el precioso valle de Azun. Mel llamaron la atención de esta subida los paisajes espectaculares del valle. Bajada de nuevo a Argeles-Gazost comida e hicimos la subida al terrible Hautacan. Sin duda, de los más duros que hemos subido. Aparte de la hora, las tres y media de la tarde y los 35 grados de temperatura con una distancia de 16.3 km y la inclinación media del 7,5%, es a partir del kilómetro seis donde la dureza se hace extrema, pendientes constantes al 12 y 13 % y tengo que reconocer que en el kilómetro 10 pasó por mi cabeza la idea de retroceder. Una vez más, mi compañero de viaje, Paco Escudero, fue el que me animó a continuar y culminar este coloso. Ya en la bajada y más relajados, pudimos contemplar las maravillosas vistas sobre Argeles Gazost, sigue narrándonos con ilusión Zamora.
Pero a este largo día aún le faltaba algo, el regreso a Luz de Sant- Sauver lo hicimos bajo una tormenta de 20 kilómetros que nos puso como sopas. En definitiva, un total de 140 kilómetros y los puertos más relevantes del Tour.
Para culminar la experiencia, les quedaban otros dos colosos como son Gabarnie y Boucharo: Es uno de los puertos que todo aficionado debe conocer. Sin ser un puerto duro, nos va a dejar un grato recuerdo por sus paisajes y el espectacular Circo de Gabernie con sus más de 30 kilómetros de ascensión desde Luz de Sant-Sauver. Es partir del pueblo de Gabarnie donde el tráfico desaparece y se empieza a disfrutar de los encantos de esta zona, hasta llegar a la línea fronteriza de Boucharo. En definitiva, uno de los valles más hermosos del Pirineo con las impresionantes vistas del circo de Gabarnie, relata Zamora
Para finalizar, este ciclista benaluense quiere hacer hincapié en que todo este esfuerzo ha merecido la pena. Fotos y recuerdos de esta experiencia, y ya de regreso la idea de volver de nuevo al Tour para presenciar y subir los puertos míticos en los Alpes.
El preparador del Depor avisó de que los rojiblancos son un equipo que "quiere entrar en playoff y acaba de cambiar de entrenador"
El Granada nunca ha perdido con el arbitraje del trencilla murciano