María Pi: "Lo importante empieza ahora"
La portera del Granada Femenino afronta la nueva temporada con mucha ilusión, pero consciente de la dificultad del reto
Comenzar una nueva liga siempre es ilusionante. Pero, hacerlo como campeonas de Andalucía lo es todavía más. Con esa condición afrontará el Granada Femenino un año más la Reto Iberdrola, y es que mañana el conjunto rojiblanco arranca la temporada doméstica recibiendo en la Ciudad Deportiva al Femarguín. Una espera que se prolonga desde el pasado 30 de mayo, cuando el equipo cerró el curso con una mañana mágica y una victoria frente al Villarreal en el ‘Nuevo Los Cármenes’. Ahora, el objetivo sigue siendo el mismo, aunque el discurso ha cambiado y no se ciñe a una obligación, sino a un camino en el que disfrutar jugando al fútbol debe ser la vía para acabar la campaña lo más arriba posible.
En la consecución de ese título autonómico tuvo gran parte de culpa María Pi (Sagunto, 1997). La portera se ha ganado en tan solo un año que lleva vistiendo la elástica granadinista el papel de ser pieza clave. Llegó procedente de todo un `primera´ como el Valencia y cumplió las expectativas sobradamente. 18 goles encajados en 19 partidos la campaña anterior fue el balance obtenido por una de las mejores guardametas y más completas de la categoría.
A María no le importó desplazarse a la Ciudad Deportiva del club para atender a Granada En Juego, pese a tratarse en un horario opuesto al que tiene el conjunto de Roger Lamesa para entrenar en las instalaciones rojiblancas. Al contrario. Ellas son las máximas interesadas en ofrecer su predisposición para dar voz al fútbol femenino. Simplemente, la que merece, ni más, ni menos.
A escasas horas para el pistoletazo de salida a la liga, Pi aseguró estar “con muchísimas ganas y ambición por volver a competir y hacerlo como en la Copa Andalucía, donde nos salió un torneo muy bueno. Penamos en el Femarguín, la siguiente semana el Alhama… Vamos con los pies en el suelo y con ilusión por reflejar el buen trabajo hecho hasta ahora”.
Ese título de Andalucía supone para el equipo nazarí “un plus que tiene el equipo de cara al arranque de liga. Pero, no nos quita de seguir trabajando, porque, hasta ahora, no se ha hecho nada. Lo importante empieza esta semana”.
Precisamente, ella fue una de las grandes protagonistas de la Copa cuando, en la semifinal contra el Sevilla, detuvo dos penas máximas y marcó la definitiva para llevar a las suyas a la final. Una situación que explicó de la siguiente forma: “Acabaron los 90 minutos y tocaba tanda de penaltis. Cuando salieron las voluntarias, me preguntó el míster que si me veía capacitada. Dije que, si no había ninguna compañera disponible, por supuesto. Así fue, me tocó el cuarto y salió bien”. Inevitablemente, la imagen de Roberto en la tanda de penaltis ante el Celta en 2011 se vino a la cabeza de muchos seguidores rojiblancos, comentando acerca de ello que “no soy de aquí y no lo sabía, aunque sí que lo escuché. Me alegro que se recordara a un momento bonito que se vivió aquí”.
María Pi aterrizó en Granada el verano pasado y acerca de su primera temporada como rojiblanca horizontal recordó que “el comienzo fue complicado a nivel personal. Salí de casa y llegué con molestias, no pude jugar en pretemporada y me costó adaptarme al ritmo del grupo. Pero, las sensaciones acabaron siendo muy buenas, tanto a nivel individual como colectivo, y los resultados los considero muy positivos”.
“El proyecto daba pie a pensar el ascenso. El objetivo era mantener la categoría y, si se daba el ascenso, mucho mejor. Se trataba de un equipo sólido y muy bueno, obviamente que se pensaba en el ascenso, lo que ayudó en mi decisión. En el momento que el Granada se puso en contacto conmigo, venir aquí se convirtió en un objetivo primordial para mí” apuntó la cancerbera.
Sin embargo, la enorme cantidad de puntos de diferencia que existió con el Villarreal al comienzo de la segunda fase fue determinante para dejar al Granada un año más en Reto Iberdrola, algo que para Pi resultó “muy complejo. Trabajábamos en campos distintos, no disponíamos de gimnasios por el tema de la pandemia, entrenábamos y nos volvíamos directas a casa… Quizás, en ciertos momentos de la temporada debimos ser más sólidas para no perder puntos que echamos en falta durante la segunda fase”.
Ahora, el primer equipo femenino cuenta con cambios para afrontar este nuevo curso. Para ella, los principales son “en primer lugar, las instalaciones. Entrenamos y jugaremos en césped natural. Además, tenemos vestuario, por lo que se hace mucho mejor grupo. La sintonía con el cuerpo técnico es también muy buena. Son cosas que van sumando muy positivamente”. Además, destacó acerca de la mudanza a la Ciudad Deportiva que “nos hace conocer mejor el terreno de juego y adaptarnos a unas dimensiones. Pero, sobre todo, nos hace sentir como en casa. Este año tenemos bien cubierto ese aspecto y estamos muy contentas por ello”.
En cuanto a los objetivos puestos, mantiene la calma con mucha coherencia y evita meter presión desde el inicio: “Primero, mantener la categoría. Y, después, si se consigue el ascenso, pues mucho mejor”.
Valoró positivamente la llegada de Roger Lamesa al banquillo nazarí, ya que “nos ha trasmitido siempre su cercanía y nos hace muy partícipes en los entrenamos. Además, a la hora de preparar los partidos cuenta con nuestra opinión, se puede hablar mucho con él”.
“El Granada está demostrando tener una apuesta real por el fútbol femenino. Nunca se había entrenado aquí, el año pasado se abrió ‘Los Cármenes’ por primera vez… Son pasitos que se van dando y que, estoy segura, irán a más” afirmó con mucho positivismo.
La ruta en Granada hacia un fútbol femenino mejor va en buen camino. No sucede lo mismo a nivel general. Desde fuera, los problemas parecen menores, pero escuchando a María Pi cualquiera sería consciente de la necesidad de cambio en el panorama nacional. Resulta impactante escuchar que algunas de esas necesidades son “tener un mínimo en cuanto a instalaciones. A veces, vamos a campos donde la victoria es no salir lesionadas, más allá del resultado. También, a nivel de visibilidad, derechos televisivos y organización quedan cosas por mejorar. Se hacen campañas muy bonitas para el fútbol femenino, pero luego hay que apostar realmente por ello. Tienen que exigirse un mínimo de condiciones que en el fútbol masculino ya se dan por hechas y ni se plantean, pero en el femenino, incluso en Primera no ocurre. Queremos unos mínimos, como las condiciones de trabajo, los salarios… que esté todo bien marcado dignamente”.
Un hecho histórico en la provincia lo pudo vivir ella el pasado mes de mayo, cuando el Granada abrió las puertas del ‘Nuevo Los Cármenes’ por primera vez a un encuentro oficial de su conjunto femenino. Una experiencia que rememoró emocionada y “no solo por aquel día. Desde el momento en el que supimos la noticia la ilusión generada fue increíble. Yo soy de fuera, pero las caras de mis compañeras, las que son de aquí, también de Lula, Ana o Raky, me impregnaron de felicidad. En el vestuario hubo un ambiente de cercanía y unión increíble. Y, durante el partido, el equipo hizo un partidazo. Disfrutamos, fue una fiesta y tengo un recuerdo precioso”.
Por último, habló acerca del futuro próximo del Granada Femenino. Pero, siempre con una opinión sensata y realista: “De momento tiene que ser equipo de Reto Iberdrola, ese es el objetivo principal. Si somos el año que viene de Primera Iberdrola, mucho mejor. Lo merecemos porque tenemos una plantilla que compite cada partido y un cuerpo técnico que puede estar mucho más arriba. Se está peleando durante muchos años por ello. Hay que seguir trabajando para lograr el sueño, pero estamos ante una categoría nueva que hay que mantener”.
Hablar con María Pi no es solo un rato de charla acerca de la actualidad de su equipo. Es una reflexión sobre el nivel del fútbol femenino en nuestro país. No son pocas las comparecencias de entrenadores de equipos grandes que acusan terrenos de juego muy regados o muy secos. Si eso parece una problemática grave, existe un mundo muy paralelo en el que las jugadoras dan por ganado un partido en determinados campos si no acaban lesionadas. Lo testimonia una chica que ha compartido vestuario con futbolistas como Mari Paz Vilas, Paula Nicart o Natalia Gaitán. Que se curtió de madurez en Valencia y ahora lo refleja en Granada disfrutando, y también trabajando. Ellas son trabajadoras. Y se merecen, como mínimo, ser tratadas como tal. Desde arriba, háganle un poco de caso. Porque, además, disfrutarán mucho escuchándola.
@Francalvo1996
francalvo@granadaenjuego.com
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