BALÓN AL SUELO
Juan Prieto
El Ayuntamiento y el Granada CF
Ninguna actividad estable en Granada reúne cada quince días a un mínimo de 12.000 ciudadanos en un mismo recinto. Ninguna.
La cifra no es ninguna tontería. Se trata de una afluencia de más de 250.000 personas a Los Cármenes a lo largo de la temporada. Partiendo de esta realidad, es difícil digerir la falta de entendimiento entre el Granada CF y el Ayuntamiento.
Se han cometido muchos errores desde el histórico día en Alcorcón en el que el equipo rojiblanco dejó atrás la maldición que le acompañaba desde hacía más de cuatro lustros y enfiló el camino directo a la división de plata. No puede el alcalde de todos los granadinos saltar al césped a darse un baño de masas con los aficionados, bailar en el balcón de la Plaza del Carmen y realizar baldías promesas. Al menos, ha fallado en las formas. Porque en el fondo siempre será más o menos comprensible que en una situación económica tan paupérrima como la actual, en la que miles de ciudadanos se han quedado sin trabajo, se han paralizado proyectos importantes para la ciudad, se debe dinero a muchas empresas que no pueden siquiera subsistir y hasta se han tenido que pedir créditos para abonar las nóminas de los funcionarios municipales, se dé una cantidad muy respetable a un club privado cuyos principales ‘trabajadores’ cobran una media que anda muy por encima de los 60.000 euros anuales. Hasta ahí, de acuerdo. Es un argumento comprensible.
Pero no es menos cierto que, primero, hay que saber explicar la realidad y cuantificar de forma pormenorizada cuáles son las ayudas que el club recibe indirectamente, como pueden ser la cesión de Los Cármenes –con los gastos correspondientes de personal, luz, agua o mantenimiento- o el uso de las instalaciones para los entrenamientos. ¿A cuánto ascienden esas ayudas indirectas? Después, facilitar el entendimiento entre institución y club.
Fue un craso error político colocar al alcalde en la primera línea del frente en la negociación inicial. El primer edil representa a toda la ciudad, no sólo a los que le votaron; es el alcalde de todos. Debieron dejar a los ‘subalternos’ de uno y otro bando hacer el trabajo sucio, discutir, ofrecer, quitar, en definitiva, negociar las horas que hicieran falta. Y que después Torres Hurtado sólo saliera para firmar el convenio y salir en la foto o, en caso extremo, salir a la palestra para desbloquear algún punto difícil y limar asperezas, en plan salvador. Pero no. Desde el primer momento fue a estrellarse contra el muro.
Además, hay otras muchas formas de ayudar con buena voluntad como, por ejemplo, ponerse al frente del proyecto para hablar con otras instituciones y recaudar ayudas o para animar a los empresarios de la ciudad a aportar su granito de arena. Que digo yo que cuando el alcalde levanta el teléfono para pedir, alguien escuchará. Y, según los estudios realizados por la Liga de Fútbol Profesional, un equipo en Segunda A reporta beneficios en retorno económico e imagen.
Luego está la manida subvención. Siempre que se cumpla la ley, y no se incurra en ningún delito, algo hay que aportar. Aunque sea poco. Pero que se vea voluntad. Si no hay dinero, no debe haberlo para nada ni para nadie. Si nos apretamos el cinturón, lo hacemos todos. Y si hay pasta, repartirla equitativamente, insisto, siempre de forma legal. Y que no sólo sea para el CB Granada, al que también hay que ayudar, o para espectáculos culturales ya sean itinerantes o estables como el Festival de Música y Danza, Teatro, Tango o Semana del Libro. ¿O es que el deporte no es también cultura?
De todo, la triste conclusión es que el proyecto rojiblanco está huérfano de instituciones locales y autonómicas. Si el alcalde se hubiera puesto al frente para tirar del carro, aunque fuera con los pocos recursos de los que dispone, la sensación sería muy diferente a la triste imagen que se ofrece en la actualidad. Queda la mínima esperanza de que alguien inteligente haga que se retomen las conversaciones y se pueda llegar a un acuerdo satisfactorio. Por el bien de todos, incluidos los más de 12.000 votantes que acuden cada quince días a Los Cármenes.
CRÓNICA | Los azulillos consiguieron ante el San Pedro el punto que necesitaban y jugaran este verano el torneo autonómico
CRÓNICA | Los verdiblancos tuvieron ocasiones ante el Cantoria pero no supieron materializarlas