Once Inicial
Corregir en la victoria
El deporte profesional de hoy en día requiere de victorias, de conseguir los puntos en juego o de batir el récord existente, y el fútbol es uno de sus máximos exponentes. Las derrotas morales están bien, siempre que no se repitan, ya que rápidamente pasan a ser derrotas inasumibles. Todo se basa en ganar, en conseguir en este caso los tres puntos.
Es así, pero incluso en las victorias la autocrítica debe de existir, pocas victorias son perfectas, y casi todas tienen sus matices a mejorar. En la última victoria de los nuestros en Elda, la misma no fue perfecta ni mucho menos, aún ganando los tres puntos.
En los primeros 25 minutos de partido, el rival fue muy superior a los nuestros, y solamente la mala fortuna o falta de calidad hizo que no se adelantasen con uno e incluso dos goles. Tras esos primeros minutos y tras nuestro primer gol, nunca tuvimos el partido controlado, y pudieron empatar el encuentro perfectamente, lo estaban mereciendo. Al final, alegría por la victoria, pero intranquilidad porque jugando así frente a rivales de mayor empaque que el Eldense parece que será muy difícil ganar, e incluso empatar.
El problema es la sensación de no tener nunca el partido controlado, esa sensación que se repite en muchos partidos de endeblez defensiva, una endeblez que no solamente ocupa a la defensa, es una endeblez estructural, del conjunto. Hay partidos como el anterior frente al Gijón que nos mostramos más sólidos, más compactos, pero hay otros, la mayoría, en que sientes que en cualquier momento el rival puede marcar, y eso hay que corregirlo si queremos acercarnos al objetivo que no es otro que subir de categoría.
Por otra parte, termino el mercado de invierno, y a mí personalmente me deja certezas y alguna duda. Las certezas son que las incorporaciones de Rebbach en préstamo, y el fichaje de Stoichkov tras pagar una buena cantidad de dinero, son dos aciertos que vienen a mejorar la plantilla de manera inmediata y una vez que Uzuni salió del equipo por la puerta de atrás porque así lo quiso, ya que, en otras ocasiones, los jugadores salieron por la puerta de atrás por culpa de la propiedad. Ambos son titulares y parecen un acierto sin lugar a dudas. Menos certezas tengo en el puesto de central zurdo, donde solo está Loic Williams y sobre todo en el medio centro, donde como alguna vez he comentado, si Hongla se resfría el equipo cogerá una gripe. No hay jugador en la plantilla de sus características, y espero que no nos acordemos de lo cojo que ha quedado en mi opinión este mercado de invierno.
En cuanto al baloncesto algo parecido, se ganó al Girona, un partido importantísimo, pero las dudas en torno al equipo siguen estando ahí, acentuadas en estos momentos por las lesiones de Vicedo y Willey, ambos aquejados de unas complicadas y difícilmente predecibles en cuanto a su curación fascitis plantares.
Me niego a criticar a unos jugadores que están totalmente comprometidos y que se dejan todo en el campo, aunque es cierto que esperaba más de alguno. Para mí el problema no es los que están, es más los que no están, y trataré de explicarme.
Si uno compara por ejemplo, para no extenderse más, la plantilla del Girona que jugó frente a nosotros la última jornada, y ves que estaban fuera por distintos problemas físicos, jugadores como James Nnaji, un center de 2,12 que todavía está por pulir pero que ya es una realidad, un ala pivot como Yves Pons auténtica revelación la temporada pasada, y el escolta Maxi Fjellerup que venía haciendo unos últimos partidos espectaculares, pues no sé ustedes, pero a mí me sigue pareciendo que no competimos con iguales armas. Y esa impresión de disponer de menos argumentos la tengo si comparo nuestra plantilla con el resto de los equipos con los cuales nos estamos jugando el objetivo de no bajar. Lógicamente si alguno de los jugadores que todos tenemos en mente dieran un paso adelante y ofrecieran el rendimiento esperado, pues la cosa no pintaría así, pero es que, insisto, sin dar nombres, la rotación del equipo con jugadores que estén dando el nivel se queda en ocho, y estando entre estos Willey…, lo cual complica más el panorama.
Lo dicho, muchas dudas con el devenir del equipo de baloncesto, ninguna duda en cuanto a la profesionalidad de todos y cada uno los componentes del equipo empezando por el cuerpo técnico, y la firme convicción de que necesitamos algún fichaje, y más tras las confirmaciones de los dos jugadores lesionados.
Uno, que ni es técnico ni conoce los pormenores del Club, cuando ve que jugadores como Vladimir Brodziansky ficha por un Primera como es el Obradoiro, pues que quieren que les diga, le deja un mal cuerpo, porque una de dos, o los responsables no consideran que el equipo necesite refuerzos, o no hay dinero para tales refuerzos, y no sé lo que es peor.