A perro flaco

La semana ya presagiaba tragedia. Las lesiones de Valtonen y Kjajic desmembraban la parte defensiva de un Covirán Granada que venía en línea ascendente (por lo menos en sensaciones en la pista). La reacción rápida de la dirección deportiva incorporando a dos jugadores compensaba el roster para afrontar el partido con una mínima presencia –luego se demostraría, con la fuerza de la lógica, que William Howard, procedente Nanterre, de la Liga Francesa y sin jugar desde abril y de Amida Brimah, de Movistar Estudiantes, sería irrelevante–

El equipo sigue adoleciendo de solidez en defensa, donde los rivales anotan con facilidad- Khalifa Koumadje (2,24, el jugador más alto de la ACB) encontró el aro una y otra vez casi sin oposición– y la defensa de los exteriores en muy deficiente (la salvó los malos porcentajes de Zaragoza). Pero el análisis debe ir más allá: Munnings que “reclamaba” minutos hace semanas, los tuvo y las desaprovechó, Burjanatze no aporta nada más allá que dudas –especialmente en ataque-, Costa estuvo espeso en ataque y solo Rouselle se atrevió a penetrar y doblar generando en ataque y Matt Thomas….el norteamericano maquilla muy bien sus datos siempre pero la realidad es que su aportación está muy lejos de lo que se pide a un líder en la pista –pese a intentarlo una y otra vez- suyas fueron las tres acciones que terminaron por enterrar las opciones de un Covirán que –como ha declarado Rouselle- solo quiso veinte minutos…y así, claro….a perro flaco….​