Covirán Granada cae derrotado ante un Real Madrid superior, 62-82
Los nazaríes dejaron buena sensación en el debut de Moore y Caicedo
Covirán Granada cayó derrotado, como era previsible, ante un Real Madrid que, no obstante, no pudo imponer su ley hasta prácticamente el último tercio del partido. Los hombres de Pablo Pin cuajaron una buena actuación en líneas generales, con los debuts de Mike Moore y Michael Caicedo como nota positiva, pero continúan sin sumar victorias, y a la espera de incorporar a Youssou Ndoye se aferran a que tanto Betis como Fuenlabrada continúan también sin carburar para mantenerse alejados de la quema.
El partido comenzó con alternancia en los ataques de ambos equipos, que conseguían encestar en acciones de penetración. La presencia de Edy Tavares condicionaba en ambas partes de la cancha y forzaba a los de Pablo Pin a buscar alternativas de la mano de Christian Díaz y Alex Renfroe. El partido se estancó mediado el cuarto en un apretado 9-10, con las defensas ajustándose e impidiendo tiros fáciles. El Real Madrid comenzaba a distanciarse en el marcador, 9-14, y Pablo Pin paraba el partido, sabedor de que si se seguían perdiendo balones sería complicado mantenerse en el choque. Tras 5 puntos consecutivos de Pere Tomàs era Sergio Llull el que mandaba el partido al final del primer cuarto con 14-19 con un triple sobre la bocina.
Se atascó el partido en ataque en el segundo cuarto, con las defensas más cerradas y ambos conjuntos fallando tiros bien contestados. Un triple de Christian Díaz ponía a 2 puntos a los nazaríes, 18-20, y Chus Mateo pedía tiempo muerto, pues no le gustaba nada la imagen que daban los blancos. El partido continuaba apretado, sin que el Madrid estuviese cómodo en el parquet, sobreviviendo desde el tiro libre. La defensa de Covirán era intensa gracias a la mayor rotación que permitían las incorporaciones de Moore y Caicedo. Poirier anotaba sobre la bocina una canasta al poste y el partido se iba al descanso con 24-32, máxima renta de los merengues hasta el momento.
Un 2+1 de Thomas Bropleh estrenaba la segunda parte y volvía a encender las gradas del Palacio, que hoy colgó el cartel de no hay billetes. Covirán enlazaba un parcial de salida de 7-0 y estrechaba el partido a solo 1 punto. Conseguía Covirán darle la vuelta al partido, 35-34, aprovechando la efectividad de la zona impuesta en defensa. Dos pérdidas consecutivas de Thomas Bropleh propiciaban la recuperación de los madrileños en el marcador, que con un parcial 0-8 se ponían 7 arriba y hacían que Pablo Pin parase el partido con 37-44. Tras una breve recuperación nazarí los merengues volvían a imprimir algo más de intensidad a su defensa y se iban 9 arriba, 44-53. La presencia de Tavares era decisiva para desmantelar los planes defensivos de un Covirán que, no obstante, estaba dejando muy buenas sensaciones. Una nueva canasta sobre la bocina, en esta ocasión de Yabusele, dejaba el cuarto en 46-57.
El último cuarto discurrió con el Real Madrid instalado en rentas cómodas, rondando siempre los 15 puntos de diferencia, tras acabar de romper el partido en un inicio fulgurante de Causeur y Musa. A pesar de los esfuerzos por reducir la distancia de Covirán, los blancos tenían el partido controlado y donde querían gracias a su mayor rotación y dominio físico, lo que se traducía en el electrónico. Con 62-82 se cerraba el encuentro.
COVIRÁN GRANADA 62: Mike Moore 2, Thomas Bropleh 5, Petit Niang 12, Alex Renfroe 17 y Christian Díaz 11 – quinteto titular – Ramón Vilà 0, Lluis Costa 2, Pere Tomàs 5, David Iriarte 2, Michael Caicedo 3, Ricky Martín 0, Jacobo Díaz 3.
REAL MADRID 82: Fabien Causeur 8, Alberto Abalde 0, Adam Hanga 2, Guerschon Yabusele 6 y Edy Tavares 17 – quinteto inicial – Rudy Fernández 6, Mario Hezonja 4, Sergio Rodríguez 4, Vincent Poirier 2, Petr Cornelie 1, Sergio Lull 12, Dzanan Musa 20.
PARCIALES: 14-19, 10-13, 22-25, 16-25
ÁRBITROS: Hierrezuelo, Manuel y Sánchez. Sin eliminados.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la decimosexta jornada de Liga Endesa disputado en el Palacio Municipal de Deportes de Granada ante 8028 espectadores.
El entrenador del Covirán valora el gran trabajo de sus jugadores y pide concentrarse en el siguiente partido