Teoría y práctica para el buen deportista en el Campus Ciudad de Granada
Primeras sesiones de trabajo y entretenidísima charla del doctor Miguel Ángel Gallo
Demasiadas ganas de empezar entre los participantes como para esperar demasiado. Antes incluso de que tocara la diana simbólica ya estaban todos los pequeños en planta. Un nutritivo desayuno, las botas de fútbol y al campo de entrenamiento sin tiempo para más. Era imposible retenerlos por más tiempo. Así dio comienzo el VI Campus de Fútbol Ciudad de Granada.
Divididos en grupos por capacidad técnica, edad y físico, el centenar de participantes en el evento se desplazó hasta los terrenos de juego de césped artificial de la Ciudad Deportiva de la Diputación Provincial en Armilla. Cogieron con ganas el balón. Una primera toma de contacto para lo que iba a venir en los siguientes días. Nada mejor para reponerse del entrenamiento que un merecido chapuzón en la piscina antes de marcharse a comer.
El calendario de trabajo no sólo incluye actividades prácticas, sino también teóricas y de primer nivel. Nadie mejor que un reconocido especialista en medicina del deporte como es el doctor Miguel Ángel Gallo, un colaborador habitual del Campus de Fútbol Ciudad de Granada, para dirigir una interesante charla sobre hábitos alimenticios y saludables encaminados tanto a la práctica deportiva como a la vida diaria en general. Además, todos los participantes fueron sometidos a un pequeño examen por parte del doctor Miguel Ángel Gallo. Un estudio cineantropométrico para medir porcentajes de grasa y demás. Y vuelta a entrenar. Si hay una frase que esperan con ganas los participantes es cuando sus monitores dan el aviso de calzarse de nuevos las botas de entrenamiento para pisar el césped. Tras la charla tocó de nuevo ejercitarse con el balón.
Inagotables, los pequeños todavía tuvieron tiempo para realizar divertidos juegos nocturnos acompañados por sus monitores por la noche antes de caer rendidos.
se mantuvo en el grupo cabecero durante buena parte de la prueba, pero un cambio de ritmo en los últimos 300 metros le dejó sin respuesta
