Un punto para seguir soñando, 2-2

Incho Cordero  |  25 de enero de 2015
El Granada empata en Coruña y mantiene sus esperanzas (LOF)
El Granada empata en Coruña y mantiene sus esperanzas (LOF)
Partido de altibajos en el que el Granada enseña el camino que le muestra su técnico, aunque vuelve a sufrir los mismos errores que le condenan como colista. Los goles de Piti e Ibáñez salvaron al equipo de la derrota.
 

El partido en Coruña era el primero de la nueva era, la segunda de Abel Resino al frente de un Granada al que vuelve para rescatarlo de una situación muy complicada. El peor Granada posible de los últimos años, quizá no por plantilla, pero si los méritos demostrados, empezaba una nueva liga en Riazor, frente a un rival directo ante el que en la primera vuelta ya tuvo que hacer malabares para poder obtener su primer triunfo.

Lo que entonces parecía una declaración de intenciones, se diluyó cuatro jornadas después. Dieciséis partidos sin conocer la victoria, anclado como colista este debía ser el partido de la recuperación para mantener viva la esperanza.

No cabe duda de que el Granada arrastra problemas estructurales desde hace muchos meses, y lo demostró en Riazor, donde a pesar de intentarlo en algunas fases del partido, no acabó de enterrar sus carencias, tanto ofensivas como defensivas.

Piti marca al inicio y el Granada domina el choque

Lo cierto es que no se le pusieron mal las cosas al Granada en el arranque del partido. Pasados los primeros minutos en los que el Deportivo intentó martillear el área del Granada entrando por las bandas, con balones colgados, el equipo de Resino se tranquilizó y se hizo con el mando del partido. Comenzó a mover el balón con cierto criterio y demostró que también tenía bandas.

Y tardó poco en llegar el primer gol de la era Resino. Fue Piti, uno de los que menos fútbol está ofreciendo este año, que recibió un balón en la frontal del área, se la cambió de pierna y de fuerte disparo la puso en la misma escuadra de Fabrizio, que solo pudo acompañar el majestuoso vuelo del balón. El zapatazo ponía por delante al Granada en un inicio soñado de partido, y era el mejor signo del propósito de enmienda mostrado de cara a la segunda vuelta.

El gol dio paso a los mejores minutos del equipo rojiblanco. Con el Dèpor aturdido por el gol, los granadinistas se movieron a placer por la medular e incluso gozaron de dos oportunidades para poner tierra de por medio en el marcador, aunque la falta de pólvora de El Arabi frustró las opciones de dar un puñetazo determinante en la mesa, mostrando claramente las limitaciones ofensivas y dando razones de porqué somos el equipo con peor ataque de la liga.

El Dépor se sacude la presión y en cinco minutos remonta el partido

El Deportivo salió de la depresión pasada la media hora. Su juego no mostraba nada realmente peligroso para los intereses granadinistas, pero empezaron a ponerle convicción y aprovechar cualquier resquicio que pudiera mostrar la zaga granadinista.

El empuje local y los errores de los jugadores de Resino crearon las ocasiones para los deportivistas y en cinco minutos se esfumó la victoria como por arte de magia. Las concesiones fueron mortales para los intereses rojiblancos y, de tener controlado el partido y dominar el marcador, el Granada pasó a estar a remolque y perder todas las ideas que estaba demostrando tener.

Tras la remontada, el equipo se desmoronó bastante, lo que ayudó a los gallegos a crecerse; los locales interpretaron perfectamente el momento y supieron traspasar la ansiedad a un Granada que sufría las consecuencias de su propia endeblez defensiva, incapaz de dejar la puerta a cero.

El Granada no encuentra el camino para reaccionar

La reanudación no trajo buenas noticias para el Granada. El Dépor siguió controlando los ritmos del partido y le escondió el balón a los de Resino, que querían jugar, por indidicación de su técnico, a algo nuevo a lo que todavía no saben, y que exigirá muchos entrenamientos mediante, para poder cumplir con las expectativas del toledano.

La desesperación se apropiaba por momentos de un Granada que veía como se apretaba un poco más el nudo de la soga que aprieta en la última posición. Resino movió ficha, y cambió a Piti, que había perdido hacía ya muchos minutos la inspiración inicial, y deambulaba por el campo sin ofrecer soluciones a sus compañeros. La salida de El Arabi del campo, otro de los sustituidos, puso fin a un partido bastante discreto del marroquí, que en demasiadas ocasiones busca cosas que solo están en su mente. Su pérdida del balón en el segundo gol deportivista condicionó mucho su actuación, imposible de mejorar con el partido tan gris que realizó en la punta hasta su sustitución.

Ibáñez empata cuando el partido moría

Pero la entrada de Rochina no aportó nada especial, al que se se notó carente de tensión competitiva, tras dos meses lesionado. Juan Carlos y Córdoba aportaron un poco más de mordiente para que el Deportivo diera un paso atrás definitivo, con el que el Granada consiguió el empate final. Fue en una jugada a balón parado, en la que Rober Ibáñez aprovechó un balón muerto en el área local para enviarlo al fondo de la meta y de paso rescatar un punto que mantiene el hilo de vida para su equipo.

El valenciano fue el mejor del partido en muchos momentos y su llegada es una gran noticia para un Granada que estuvo moribundo en la segunda mitad, demostrando que puede ser parte de la solución.

No dio tiempo para más, aunque el Granada pudo haber ganado en la última jugada del partido. El empate final representa tímidamente las aspiraciones de salvación, aunque el el equipo sigue ofreciendo demasiados agujeros por resolver.

El próximo partido, la siguiente final.

DEPORTIVO: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho; Bergantiños, Juan Domínguez, José Rodríguez (Laure, 74’), Cavaleiro; Lucas Pérez (Fariña, 57’); y Oriol Riera (Toché, 65’)

GRANADA CF: Oier; Foulquier, Babin, Mainz, Insúa; Iturra, Fran Rico, Robert, Lass (Juan Carlos, 62’); Piti (Rochina, 66’); y El Arabi (Jhon Córdoba, 74’)

GOLES: 0-1, m. 6: Piti, de fuerte disparo ajustado a la escuadra; 1-1, m. 33: José Rodríguez, aprovecha un rechace de Oier; 2-1, m. 38: Lucas Pérez, culmina un contraataque de su equipo; 2-2, m. 82: Rober Ibáñez, de fuerte disparo desde dentro del área.

ÁRBITRO: Del Cerro Grande (colegio madrileño). Mostró tarjeta roja a Fariña (87’) por agresión a Rico y amarillas a José Rodríguez, Lopo y Lucas Pérez por el Deportivo; y a Fran Rico y Córdoba, por el Granada.


cordero@granadaenjuego.com


@inchocordero

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