La primera victoria rojiblanca de la temporada llegó de la mano de un inspirado Machís, que acertó dos veces con la portería rival, y que propició el tercero tras otra gran jugada suya. Víctor Díaz y Ález Martínez, desde los laterales, también entre los destacados

Varas (7): no tuvo un partido excesivamente movido, pero cuando tuvo que responder lo hizo a lo grande, con una doble parada a Jona para evitar un posible 3-2 que daría incertidumbre a los últimos minutos de partido.

Víctor Díaz (8): el mejor partido del lateral sevillano hasta la fecha, sintiéndose sobrado en defensa y participativo en ataque. Como se le exige a un lateral, cada vez que aparecía en ataque era para sorprender y crear peligro. Regaló el primer gol a Machís con un envío en diagonal espectacular, para que el venezolano la empujara.

Menosse (6): partido tranquilo del central, compartiendo los galones defensivos con Saunier y descargándose un poco la responsabilidad de los anteriores partidos. Correcto.

Saunier (7): el francés volvió a la titularidad muchos partidos después, y debutó en Segunda con buen pie. Si las lesiones lo respetan y la implicación es la adecuada, debería ser un fijo en el centro de la zaga, ya sea con Germán o con Menosse como compañero. Estuvo atento al corte y acertado en casi todas las acciones en las que intervino.

A. Martínez (8): gran partido también desde el flanco izquierdo de la defensa nazarí, estando inspirado desde el principio hasta el final. Se pudo coronar con un gran lanzamiento de falta directo que repelió el travesaño, previa estatua del guardameta cordobés.

Montoro (5): intermitente partido del que se supone que debe ser el canalizador del juego granadinista. Apariciones correctas, pero esporádicas, sin asumir la responsabilidad que se le presupone. Hay que exigirle mucho más.

Baena (7): su derroche físico es imprescindible para el equipo, y en este momento no tiene sustituto en el campo. A veces acertado, en otras ocasiones menos, pero siempre cumplidor y necesario en el campo. La prolongación de Oltra en el campo.

Pedro (6): trabajo menos vistoso que en otras ocasiones, fajándose más que en otros partidos en la parcela defensiva, pero abriendo espacios para las incorporaciones de Víctor Díaz, que dieron su fruto.

Machís (9): el individualismo tiene siempre una dualidad curiosa. Cuando no salen las cosas, eres un ‘chupón’, pero cuando metes dos y regalas uno, eres un héroe. Al venezolano le salió cara en esta ocasión y fue el mejor de su equipo, una auténtica pesadilla para el Córdoba, que se vio incapaz de parar las diagonales hacia el centro que lo caracterizan. Machís está en la línea de convertirse en imprescindible, y que le salgan las cosas es sin duda una grandísima noticia para Oltra.

Sergio Peña (7): la aparición del peruano en los once de inicio fue, sin duda, la gran sorpresa que planteaba Oltra, moviéndose desde el habitual 4-4-2 hasta un 4-2-3-1, con un solo punta y con Peña como enlace, haciendo un papel que el equipo demandaba hacía varios partidos. Ya sea por el cambio de esquema o por la actuación individual del joven rojiblanco, el resultado del experimento fue positivo y cuajó una buena actuación, liberado de los nervios y la ansiedad por hacerlo bien en muy poco tiempo cuando salía desde el banquillo. Está claro que Peña tiene toda la confianza del míster desde el primer momento.

Adrián Ramos (6): en el nuevo esquema, el colombiano le ganó la partida a Joselu, probablemente por galones más que por méritos. A la grada le gustaría ver algo más de pasión en las acciones en las que interviene, pero a veces la inteligencia es más importante que un pundonor descontrolado, y lo cierto es que cada balón que toca Ramos, suele convertirse en oro puro. Erró un penalti que el mismo provocó y que podría haber completado una actuación cercana al notable.

Alberto Martín (5): salió para dar empaque al centro del campo. Trabajo de trastienda, gris como siempre, pero necesario.

Joselu (7): partido complicado para el onubense, que se vio suplente después de muchos partidos, posiblemente de manera injusta, pero empujado por la ineficacia del 4-4-2. Oltra prefirió a Ramos, es cierto, pero Joselu respondió como debe un delantero, con un gol dentro del tiempo que dispuso. Habrá tiempo y ocasiones para todos, y Joselu debe de asumir su rol, que será sin duda fundamental, tarde o temprano.

Kunde (s.c): sin mucho tiempo, al menos el joven camerunés sabe que Oltra lo tiene en sus pensamientos siempre como alternativa.