El Granada y el gen ganador perdido
Hay varios futbolistas que deben dar un paso al frente en lo que resta de curso
Como en esos libros de aventuras en los que se podía elegir qué caminos seguir, el Granada se encuentra en una encrucijada complicada, de la que solo podrá salir airoso mostrando orgullo y carácter, empezando por varios futbolistas que deben asumir sus galones y elevar sus prestaciones en este sprint final de temporada.
En las últimas jornadas, el cuadro nazarí se ha mostrado vulnerable en defensa, con grietas que debe evitar ante rivales tan incisivos como el Depor o el Castellón, que ponen a prueba la concentración de la zaga contraria en todo momento. Para elevar esa solidez, la figura de Loic Williams es fundamental y recuperar la mejor versión del central se antoja vital para los rojiblancos. El valenciano ha estado algo por debajo de su nivel desde que regresó de la lesión, un bajón que debe dejar atrás en las cuatro jornadas que restan para cerrar la campaña.
El centro del campo también ha sufrido en los compromisos más recientes, perdiendo el control de los partidos, algo que deben remediar Hongla y Villar, una dupla que debe ser el motor de los de Escribá. El camerunés se ha mostrado disperso en varios encuentros, como le ocurrió en La Rosaleda, donde el partido le pasó por encima, algo que no se puede permitir el que debería ser en cemento de este equipo. Por su parte, Villar debe asumir sus galones y marcar el ritmo del juego nazarí, algo que no ha conseguido en los partidos más recientes, en los que se ha mostrado demasiado intermitente.
Arriba, Boyé no puede hacer la guerra en solitario y necesita del apoyo de sus compañeros, algo que ha echado en falta en demasiados encuentros. El primero en arrimar el hombro debe ser Stoichkov después de superar sus problemas físicos, mientras que jugadores como Rebbach, Tsitaishvili y Rodelas en su papel de revulsivo se deben mostrar más incisivos y d
Neva, Stoichkov y Gio se han ejercitado con normalidad
Los jugadores de Fran Escribá no conocen la derrota con los arbitrajes de la colegiada palentina