El problema de dejar las cosas para el final
CONTRACRÓNICA | El Granada quisó remontar un 0-3 en la segunda mitad, con una defensa de gelatina, a un Girona eléctrico
En el mundo académico, en general en la vida, nunca hay que dejar las cosas para el final. Una frase, que pasa de madres a hijos, en la que se refleja la dejadez o inoperancia de alguien o algo en una tarea o labor a hacer. El dejar algo para el final, pudiéndolo hacer antes, nunca suele salir bien.
Eso mismo le pasó ayer al Granada CF, que con una horrenda defensa y una delantera con la pólvora mojada en una cálida noche de septiembre, tiró por la borda toda una primera mitad a la que se marchó con un resultado muy adverso de tres tantos en contra.
Con un Girona enchufado, que paraba la respiración del aficionado granadinista en cada jugada que hilaba en el área de Raúl Fernández, los chicos de Paco López salieron con la 'loca' idea de sobreponerse al resultado que campeaba en el marcador en la segunda mitad.
Pese a sumar sustos y no dominar el choque, Paco López se decidió a mover el banquillo y obtuvo resultado durante media hora, haciendo al Granada olvidar a ese Girona relevación de Laliga. Uzuni, en el 63 tras una dejada de Famara, y Lucas Boyé en el 85 hicieron creer a todo un 'Nuevo Los Cármenes' en la remontada aunque, con el cuadro rojiblanco volcado, una jugada de Yann Couto sentenció y l choque y dejó sin milagro al Granada CF.
Dos problemas, la defensa y el tirar partes del partido, que Paco López tiene que solucionar con urgencia para empezar a sumar triunfos. En el marcador nazarí una victoria y cuatro derrotas, en las cinco primeras jornadas ligueras, antes de visitar a la UD Las Palmas en un duelo que, a la larga, será muy importante para lograr la salvación.
"Hay pocos jugadores que queremos que salgan", ha subrayado el italiano
