Embarrado robo, 1-0
El Granada CF pierde un encuentro que mereció ganar por culpa de un nefasto arbitraje
Del barrizal de Lepe, los rojiblancos regresaron descompuestos, exhaustos y asaltados. Robados por un arbitraje que, una jornada más, quitó demasiado al Granada para regalarle al contrario. Luchar contra once, el tiempo, el estado del terreno de juego y el árbitro es demasiado.
Un partido duro y farragoso que fue solventado en los minutos finales merced a un penalti inexistente el cual Rodríguez Ramos se sacó de la chistera, por arte de magia, pues ni hubo falta y, si acaso la hubiera habido, ésta no fue dentro del área. Además, le costó a Diego Mainz que ver vestuarios antes de tiempo.
La decisión letal para los intereses rojiblancos fue el remate final a una pésima actuación del colegiado. Los rojiblancos aguantaban el tirón final de un encuentro muy complicado y que desde el minuto 57 ya disputaban con un hombre menos, por una absurda autoexpulsión de Ighalo al empujar a un contrario.
Y la cuestión es que el partido, sin ser brillante, pese a la lluvia y el barro, era para los rojiblancos. Volver vacíos no hizo justicia. Si bien, los primeros compases del partido fueron para el San Roque de Lepe que se acercó en varias ocasiones con peligro a la meta de Raúl Fernández, el cual se vio en complicaciones más de una vez por el irregular estado del campo. Les fue anulado, de manera acertada, un tanto a los locales por fuera de juego; eran los minutos iniciales y ya era palpable que los 85 minutos reglamentarios restantes no iban a ser sencillos.
No obstante, los de Tomé entraron en una dinámica positiva, yendo de menos a más e imponiéndose conforme avanzaban los minutos. Los ataques por la banda de Benítez eran constantes, puesto que el centro del campo tenía excesivos problemas para circular el balón. Pese a los denodados esfuerzos de los jugadores, el fútbol se hacia realmente imposible, con continuas imprecisiones, rebotes absurdos y pérdidas de balón tontas por culpa de un césped que se transformaba en barro por momentos.
Se alcanzó la segunda mitad sin que dar la impresión de que la balanza se fuese a decantar hacia algún lado, pese a que el dominio era granadino. Se repitió el guión de la primera mitad, con un arranque donde los onubenses controlaban y los rojiblancos aguantaban el tirón mejor que peor. Poco a poco, los de Tomé se echaron arriba y conseguían poner en apuros a los contrarios, aunque las posibilidades de gol pareciesen remotas.
Los esquemas se truncaron, para desesperación de Álvarez Tomé, cuando Ighalo vio la roja directa por agredir a un contrario cuando éste le zancadilleó, impidió que se levantara del suelo y, para rematar, le pisara; el "línea" tenía asuntos más importantes que atender. No perdieron excesiva compostura los granadinos, que continuaron firmes y jugando sobre seguro, aunque, posiblemente, más pendientes ya de aguantar el resultado que de ir a por el tanto de la victoria.
Dadas las circunstancias, tampoco se podía aspirar a mucho más. Dispusieron de varias acciones de peligro, todas ellas a balón parado. El partido se quebró cuando Rodríguez Ramos optó por entrar en escena de manera estelar, para desgracia del Granada. Señaló la pena máxima, perdió a otro jugador y Joaquín, el pichichi, puso el 1-0 en el marcador. Barullo, confusión, ideas poco claras, pusieron la guinda a un encuentro para olvidar. De chiste.
CD SAN ROQUE: Isaac, Juanlu, Alfonso, Weto, Vidal, Chema, Nando, Vicente (Jonathan, m.76), Chapi, Añete (Navarro, m.89) y Joaquín (Levaron, m.86)
GRANADA CF: Raúl Fernández, Nyom, Mainz, Iván Amaya, Rubén, Lucena, Kitoko, Felipe (Berrocal, m.46), Dani Benítez, Ighalo y Tariq (Joselu, m.78)
ÁRBITRO: Ramos Rodríguez (Canario). Amonestó a los locales Weto y Juanlu, este último en dos ocasiones por lo que fue expulsado (m.87), y a los visitantes Kitoko, Dani Benítez y Mainz por dos veces (m.85). Expulsó con roja directa al visitante Ighalo (M. 58).
GOLES: 1-0, m.86, Joaquín (penalti)
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el estadio municipal de Lepe ante unos 1.500 espectadores, cerca de un centenar llegados desde Granada.
