Escribá se estrena con un trabajado empate, 2-2
CRÓNICA | Los rojiblancos volvieron a desaprovechar dos ventajas y se tuvieron que conformar con un punto
Con la consigna clara de estar juntos y ordenados, el Granada arrancó el duelo cediendo la iniciativa al Burgos, esperando con paciencia para explotar la velocidad de sus atacantes. Tras el tímido inicio, los rojiblancos no tardaron en tomar el control del balón, con Villar, que volvía al once, como director de orquesta, dirigiendo el juego de los de Escribá.
El cambio de papeles no incomodó a los locales, que contenían con oficio los ataques nazaríes, que morían lejos de la portería de Cantero sin generar peligro. El encuentro avanzaba sin ritmo, con las defensas de ambos conjuntos imponiendo su ley y con el miedo a cometer errores sobrevolando ‘El Plantío’.
El tramo final del primer acto, más allá de un balón que se encontró Villar dentro del área y que no consiguió definir con acierto, se consumió con poco reseñable que añadir, con el Granada demasiado estático, incapaz de romper las líneas enemigas con un juego lento y previsible, que no ponía en apuros a la retaguardia rival, un decorado con el que se alcanzó el intermedio.
De la cordura a la locura
El Burgos quiso entrar en la segunda parte con una marcha más, pero el Granada supo aprovechar una contra tras un saque de falta para golpear primero, adelantándose en el marcador por medio de Tsitaishvili, que no desaprovechó el pase filtrado de Uzuni para definir con acierto y batir a Cantero, poniendo a los rojiblancos en la senda de la victoria.
El tanto nazarí agitó el encuentro, con el Burgos dando un paso al frente en busca del empate, generando las primeras ocasiones y obligando a los rojiblancos a apretar los dientes y hacer un ejercicio defensivo de larga duración, manteniendo una concentración que se disipó, como en otras ocasiones a balón parado, lo que aprovechó el Burgos para lograr el empate por medio de Lisandro López, que remató libre de marca.
El golpe no acobardó a los rojiblancos, que respondieron con contundencia, marcando el 2-1 poco después, una diana obra de Trigueros, que no perdonó tras cazar un balón dentro del área que envió con precisión al fondo de la portería.
La alegría de los rojiblancos iba a quedar sepultada minutos después, cuando Borja aprovechó un despeje de Mariño para empalmar desde la frontal y conseguir el 2-2, en unos minutos frenéticos, que poco tenían que ver con lo visto en la primera parte.
En los minutos finales las revoluciones bajaron y ambos conjuntos se preocuparon por no perder el punto, llegando a la conclusión del encuentro con un empate que supone la primera piedra en la etapa de Fran Escribán, que aún tiene mucho trabajo por delante, aunque en su puesta de largo se pudo ver un equipo mucho más equilibrado y con un plan de juego definido.
BURGOS: Cantero; Pipa (Arroyo 84’), Córdoba, David López (Borja 59’), Florian Miguel; Atienza (Lisandro López 59’), Appin, Morante; Alex Sancris, Ojeda (David González) y Fer Niño (Espiau 59’).
GRANADA CF: Mariño; Ricard, Williams, Miquel, Brau (Rubén Sánchez (89’); Hongla, Villar, Tsitaishvili (Pablo Sáenz (80’), Jozwiak (Corbeanu 80’); Reinier (Trigueros 68’) y Uzuni (Weissman 89’).
ÁRBITRO: Ais Reis; Amarillas: Villar (17’); Uzuni (20’); Brau (20’); David López (27’); Lisandro (61’); Jozwiak (70’); Córdoba (90’); Borja (91’), Pablo Sáenz (93’); Williams (94’)
GOLES: 0-1, Tsitaishvili (51’); 1-1, Lisandro López (71’); 1-2 Trigueros (73’), 2-2, Borja (77’)
INCIDENCIAS: Encuentro perteneciente a la séptima jornada del campeonato disputado en el estadio ‘El Plantío’ ante 9.890 espectadores.
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