Expediente Pablo Sáenz
El extremo no está ofreciendo todo lo que mostró durante su cesión en Albacete
Después de un verano agitado, lleno de rumores y con su posible salida al Albacete sobrevolando durante semanas, llegaba la competición y el balón echaba a rodar, la oportunidad para que Pablo Sáenz se convirtiese en una pieza importante para Pacheta, aunque las cosas por el momento no están saliendo como el jugador esperaba.
Tras brillar durante su cesión en el Belmonte, el extremo regresaba a Granada con galones, llamado a reclamar su puesto en el once, pero el fichaje de Sola cambió el tablero y el donostiarra se ha hecho con la titularidad, dando un gran rendimiento, siendo una amenaza en fase ofensiva y trabajando sin descanso en el repliegue, dejando al navarro en un segundo plano.
Antes de la irrupción de Sola, Pablo Sáenz tuvo la oportunidad de reivindicarse, partiendo de inicio en varios encuentros, pero sus prestaciones estuvieron alejadas de las expectativas, mostrándose irregular e impreciso, sin la verticalidad ni la chispa de meses atrás, lo que dejó vía libre al cambio de cromos en la foto de inicio.
Con el paso de las jornadas el protagonismo de Pablo Sáenz ha ido decreciendo y en los últimos cinco encuentros solo ha estado sobre el césped una hora, siempre quedándose por debajo de los 20 minutos de juego, tiempo en el que tampoco ha sido capaz de actuar como revulsivo, dejando muestras de desconexión en muchos tramos.
Ante el Andorra, a pesar de las bajas de Arnáiz y Bouldini, Pacheta buscó la victoria sin apenas contar con Pablo Sáenz, utilizando otras piezas antes que al navarro, que solo estuvo en el campo seis minutos, un tramo corto en el que apenas tuvo impacto en el encuentro, sin acciones desequilibrantes.
En las próximas semanas, Pablo Sáenz deberá mostrar carácter y personalidad para dar un paso al frente y convertirse en una pieza útil, actuando como revulsivo cuando la ocasión lo requiera y esperando la Copa para poder reivindicarse, como por ejemplo hizo el curso pasado Manu Lama.
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