Hubo miedo a ganar, 0-0
Granada y PAOK no ven puerta en un choque con nula aparición ofensiva por parte de ambos en el estreno del ´Nuevo Los Cármenes´ en una fase de grupos europea
Casi 90 años desde su fundación, el Granada CF afrontaba por primera vez en toda su historia un encuentro de Europa League, con todas las letras, como local. Aunque a muchos antaños les hubiera gustado que el estreno en la ciudad de la Alhambra se hubiera producido bastantes años atrás en el antiguo `Los Cármenes´, ese honor se lo iba a colgar el nuevo, el recinto de Pintor Maldonado, que desgraciadamente, y por razones totalmente entendibles, presentaría en sus gradas un aspecto muy distinto al que se hubiera vivido de no existir esta dichosa pandemia.
Bien es cierto que el coliseo del Zaidín ya albergó el encuentro de ronda previa ante el Locomotive, pero el de esta noche frente al PAOK Salónica, uno de los grandes de Grecia, ya sí correspondía a la fase de grupos. Esa a la que el equipo de Diego Martínez ha llegado después de superar tres encuentros, y en la que defendía liderato tras la histórica y brillante victoria en Eindhoven.
Para intentar lograr el seis de seis puntos posibles en el grupo E, el técnico gallego tenía un as debajo de la manga que dejó boquiabiertos a conocidos y extraños. Y es que el centrocampista Max Gonalons, que cayó lesionado en el choque de Holanda, hizo su aparición entre los once titulares, aunque no sería la única sorpresa en la alineación. Esta decisión relevaba a Montoro al banquillo y, en ataque, Luis Suárez sustituía a Jorge Molina. Una de las opciones para suplir a Foulquier en el lateral diestro era retrasar a Puertas, y así lo hizo Diego Martínez, para jugar en uno de los extremos con Kenedy.
Por lo tanto, los hombres elegidos fueron Rui Silva en portería; Vallejo y Germán como pareja de centrales y Puertas y Neva en las bandas; Gonalons, Milla y Yangel formando el trivote; Kenedy y Machís en los costados y Luis Suárez en lanza.
El choque comenzó con dos equipos a los que les gustaba elaborar las jugadas, y con la firme intención de cometer los menos fallos posibles. Cada detalle iba a importar, y por ello ninguno hacía por precipitarse. La intensidad, a la misma vez que las pocas llegadas peligrosas, brillaban en el encuentro. El PAOK probó suerte a balón parado en una jugada ensayada que a punto estuvo de terminar con un remate de Schwab en el segundo palo.
El propio Schwab estuvo muy cerca de hacer el primero para los visitantes a la media hora, con un remate cruzado a centro de Ingason que repelió el palo. Esa jugada metió el miedo en el cuerpo a todo el estadio que, aunque presentaba un vacío físico, desde sus casas lo estaba sufriendo la afición. La réplica nazarí llegó en las botas de Machís, que intentó sorprender con un chut al primer palo que sacó abajo el meta Zivkovic.
Antes del descanso Ingason, que regresaba a la que fuera su casa durante la segunda vuelta de la campaña del descenso, se vio con ganas de irse arriba y consiguió meterse prácticamente hasta la cocina, con suerte para los locales de que su condición de central hizo mella en el disparo final.
El paso a vestuarios daba fin a un primer tiempo muy pobre del Granada en ataque, algo desconocido para lo que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, la gran interpretación que estaban haciendo los griegos del encuentro le privaba al cuadro nazarí de sentirse cómodo sobre el verde, y es que, a excepción de la ocasión de Machís, el meta del PAOK no tuvo necesidad de intervenir durante los primeros 45 minutos.
La segunda parte arrancó con un Granada que gozó de su mejor oportunidad hasta el momento para adelantarse, pero el cabezazo de Gonalons tras un córner botado por Milla lo salvó bajo palos Zivkovic. No tuvo que esforzarse tanto el portero visitante minutos después en un disparo muy mordido de Kenedy, pero el cuadro andaluz estaba dejando ver que había salido con una marcha más que la empleada en el primer tiempo.
A la hora de encuentro realizó Diego Martínez su primer cambio, con aire ofensivo, dando entrada a Jorge Molina por Yangel Herrera, que ya tenía una amarilla. De esta forma, el preparador vigués transformaba su esquema en un 4-4-2.
Ese punto de dominio que había encontrado el Granada en el primer tramo se fue diluyendo poco a poco, dejando en un espejismo el pequeño acoso en área rival. Sin nuevas llegadas ni síntomas de que el ritmo mejorara, tanto por parte de unos como de otros otros, desde el banquillo español se movió fichas otra vez en busca de frescura, con Montoro y Soro, sustituyendo a los desaparecidos Kenedy y Luis Suárez.
A la recta final del choque se llegó con la misma espesura que lo dominó prácticamente por completo. La concentración era tal por parte de los dos conjuntos que el miedo a perder hacía que los porteros fueran meros espectadores de lujo.
Se quedó cerca de sorprender a falta de cinco minutos Swiderski, ingresado en la segunda parte, que remató en muy buena posición, pero Rui Silva no se había quedado frío y detuvo abajo la pelota. Zivkovic también quiso probar al meta luso con un disparo desde la frontal del área, que fue blocado en dos tiempos por el de Águas Santas.
Los últimos minutos dejaron la reincorporación de Domingos Duarte con el grupo, que junto a Eteki entró en lugar de Machís y Gonalons. Ya en el descuento, una falta lejana que se quedó a centímetros de la bota de Germán delante de la portería visitante fue de lo más peligroso que dejó el Granada en todo el duelo.
Un punto que podía haber sabido muchísimo mejor si el PSV no hubiese desecho en el tiempo de prolongación la igualada en Nicosia, donde remontó y se llevó la victoria por 1-2 gracias a un doblete de Donyell Malen. Aun así, el Granada sigue como líder del grupo E con cuatro puntos, siendo segundo el conjunto holandés con tres, tercero el rival de hoy con dos, y cierra la tabla el Omonia con sólo uno.
Los dos próximos compromisos en competición europea serán claves, ya que los pupilos de Diego Martínez se enfrentarán a este último con la intención de no dejar puntos de por medio, teniendo en cuenta que cerrará esta fase ante PSV y PAOK, huesos duros, tal y como se ha demostrado hoy.
El `Nuevo Los Cármenes´ no pudo disfrutar de una victoria en su re-estreno continental, donde se vio a un Granada que, ni muchísimo menos, cuajó un gran partido, y se puso fin a una excelente racha de tres victorias consecutivas.
Pero, si disfrutar supone no centrarse al cien por cien en el resultado final, eso sí lo consiguió con creces el equipo de Diego Martínez, que durante dos horas hizo olvidar a su gente la dramática situación que estamos viviendo, con este sueño que sigue más vivo que nunca, y que con el punto de hoy el objetivo de la clasificación pasará por un nombre: Omonia Nicosia.
GRANADA CF Rui Silva; Antonio Puertas, Jesús Vallejo, Germán Sánchez, Carlos Neva; Gonalons (Yan Eteki, 89´), Luis Milla, Yangel Herrera (Jorge Molina, 59´); Robert Kenedy (Alberto Soro, 72´), Machís (Domingos Duarte, 89´) y Luis Suárez (Montoro, 72´).
PAOK SALÓNICA Zivkovic; Rodrigo (Wague, 74´), Ingason, Fernando Varela, José Ángel Crespo, Giannoulis; Schwab, Douglas, Murg (Omar Kaddouri, 69´), Zivkovic; Colak (Swiderski, 69´).
ÁRBITRO Tiago Martins (Portugal). Amonestó a los locales Yangel Herrera y Jesús Vallejo, y a los visitantes Rodrigo, Giannoulis, Zivkovic y Douglas.
INCIDENCIAS Partido correspondiente a segunda jornada del grupo E de la Europa League disputado en el Estadio `Nuevo Los Cármenes´ (Granada) a puerta cerrada para el público.
@Francalvo1996
francalvo@granadaenjuego.com
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