Jorge Molina y Getafe por fin se reencontraron
AMBIENTE | El 'Coliseum' brindó un merecido homenaje al delantero, que volvía a jugar ante su antigua afición por primera vez desde su salida
Cuatro años, 163 partidos y 52 goles. Ese fue el balance de Jorge Molina durante una etapa de cuatro temporadas en el Getafe, club del que se convirtió en leyenda y auténtico ídolo para la afición. Así se pudo comprobar en el 'Coliseum Alfonso Pérez' en la tarde del jueves. Era la primera vez que el público azulón y el delantero se reencontraban tras la marcha de este al Granada y todavía no se habían vuelto a ver las caras. La pandemia lo evitó el curso pasado y había ya muchas en el sur de Madrid de brindar al alcoyano un merecido homenaje.
Querido en cualquier equipo por el que ha pasado, el rostro de Jorge Molina ya podía verse incluso en las horas previas al encuentro. Banderas con su figura se vendían en los puestos colindantes al estadio getafense. Un recinto que, en el minuto 19 del partido (dorsal que portaba en la elástica azulona) se puso en pie para ovacionar y corear el nombre del ahora futbolista rojiblanco. El homenaje no quedó ahí y, una vez finalizada la contienda, lo despidió con honores. El atacante, pese a la derrota, no dudó en responder agradeciendo todo el cariño con aplausos.
Unos aplausos que también dirigieron los jugadores de Robert Moreno hacia uno de los fondos del 'Coliseum'. Allí, varias decenas de valientes granadinistas presenciaron el partido. Pesos pesados del vestuario, como Quini, Milla o Montoro, agradecieron el apoyo desde la distancia.
Comandados por la Peña Granadinista de Madrid, la parroquia rojiblanca presente en el feudo azulón se llevó un doble golpe. Por un lado, la derrota. Por otro, la importante cantidad económica que desembolsaron para acceder al estadio. Fijar entradas visitantes a cuarenta euros un día laboral no supone un indicativo de gran respuesta, pero el conjunto rojiblanco nunca está solo. Tampoco a su llegada al hotel, donde Mónica Reina, presidenta de la peña mencionada, dio la bienvenida a los suyos por la mañana.
Ni equipo ni afición pudieron festejar algo histórico. El Granada se quedó a las puertas de batir su récord de jornadas consecutivas en Primera División sin conocer la derrota. Tendrá una nueva oportunidad muy pronto, el domingo contra Osasuna en el 'Nuevo Los Cármenes' ante su público, de refrendar la imagen dada en tierras madrileñas.
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Los rojiblancos, que se adelantaron pronto en el marcador con un gol olímpico de Gumbau, realizaron un gran partido ante el Athletic Club
