La defensa, el primer problema para Abascal
Los rojiblancos deben ganar en solidez si quieren ser competitivos
Mantener la portería a cero te acerca a la victoria, una máxima que no debería olvidar Guille Abascal si quiere saborear jamón con asiduidad en una categoría tan exigente como Segunda, donde cada error, como se pudo comprobar ante el Albacete, penaliza de forma severa.
Durante la pretemporada, aún con el equipo en construcción, conseguir preservar la portería a cero se convirtió en una misión casi imposible para los rojiblancos, que solo en el encuentro ante el A-Nassr fueron capaces de echar el cerrojo, mostrando en el resto de amistosos una fragilidad atrás que volvió a aflorar contra los manchegos.
En el duelo inaugural de la temporada, el Granada volvió a caer en viejos pecados, sufriendo en jugadas a balón parado, quedándose desguarnecido en los flancos y con problemas para defender a campo abierto, donde Insua y Rubio sufrieron con balones a su espalda, una lista de tareas pendientes para Guille Abascal si quiere que los puntos no dependen únicamente de la inspiración de los hombres de ataque.
En la anterior campaña en Segunda el Granada, además de mantenerse invicto durante toda la temporada en Los Cármenes, algo que ya no podrá perseguir este curso, encajó únicamente seis tantos como local, una fiabilidad que le catapultó hacia el ascenso, marcando diferencias con el resto de sus rivales directos.
Los engranajes defectuosos están detectados y ahora es misión del técnico hispalense ir ajustando todas las piezas para que el mecanismo rojiblanco funcione con precisión, siendo capaz de apabullar al contrario con su arsenal ofensivo, pero también de maniatarlo y anularlo para minimizar los goles en contra.
CONTRACRÓNICA | El Granada recuperó el pulso y mostró una intensidad muy diferente a la de partidos anteriores
Tsitaishvili fue el mejor de un Granada revitalizado que venció y convenció en el debut de Pacheta