La pizarra de Carlos Mª Rodríguez: Real Oviedo (Copa del Rey)
EL RIVAL | La Copa es diferente y cualquier resultado se puede dar entre dos equipos con estilos de juego antagónicos
Mucho y bueno ha cambiado el Real Oviedo con la llegada de Álvaro Cervera al banquillo carballón, que ya ha sumado los puntos suficientes para alejarse de la zona caliente de la clasificación y estabilizarse en la zona media con opciones de seguir mirando de reojo a los puestos de honor de la tabla clasificatoria con toda la segunda vuelta aún por disputarse. Y todos conocemos lo montaña rusa que es esta categoría y los vuelcos que da la clasificación en cuestión de cuatro-cinco jornadas en las que un equipo muestre un mínimo de regularidad.
Inicialmente y como se preveía, ha dado gran importancia y valor al aspecto condicional del equipo, que ha subido el nivel de intensidad y trabajo tal y como le gusta a su entrenador.
1-4-4-2 o alguna de sus variantes, con repliegue en campo propio o bloque bajo, defender bien, equipo solidario, sacrificado, pragmático para plantarse en el área rival en tres-cuatro pases con salidas vertiginosas por ambas bandas en las que pueden aparecer Viti, Lucas por el costado derecho o Abel Bretones, en gran estado de forma, por banda izquierda. Y a partir de ahí, ochenta por ciento de posesión de balón para el equipo contrario, normalmente de forma intrascendente, sin hacer daño, ya que los ovetenses se sienten comodísimos en ese contexto.
Muy atenta deberá estar la retaguardia nazarí que está sufriendo más de la cuenta en esas transiciones defensivas si no neutralizan bien ese primer envío para que ataquen los espacios la llegada desde segunda línea de los jugadores oviedistas. Borja Bastón o Samu Obeng siempre de referencias para ese primer pase y descarga a banda.
La Copa del Rey es diferente, te lo juegas todo a un partido, cuestión que acentúa todavía más ese estilo/modelo de juego del técnico azulón y llega el GCF con unos números malísimos fuera de casa, (sólo ha ganado seis puntos, victoria en Ibiza y tres empates), pero como digo, la Copa es diferente y cualquier resultado se puede dar, entre dos equipos con estilos de juego antagónicos y estas eliminatorias siempre dejan aroma de fútbol añejo en algunos estadios por lo que podemos ver un bonito partido en el Carlos Tartiere entre dos históricos del fútbol español y que ambos han vivido situaciones muy parecidas en su ya casi centenaria existencia.
Esta eliminatoria copera nos deja en las puertas de unas fiestas que volvemos a celebrar en su máximo esplendor después de casi dos años de restricciones, lo que me lleva a desear a toda la familia futbolera días de familia y felicidad, de reuniones y largas sobremesas y que 2023 nos permite seguir buscando nuestras metas y nuestros sueños.
¡¡¡No se olviden de ser felices!!!
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