La primera piedra
CONTRACRÓNICA | El equipo mostró en Burgos signos vitales positivos
Con cinco entrenamientos al frente del equipo, Escribá ha logrado plasmar las primeras pinceladas de su estilo en el conjunto nazarí, que se mostró en ‘El Plantío’ mucho más ordenado y equilibrado, poniendo los cimientos para su crecimiento en las próximas jornadas.
A pesar de los brotes verdes que ofreció el Granada, el equipo volvió a caer en viejos errores, mostrando las costuras que el técnico valenciano aún tiene que remendar para conseguir una versión mucho más competitiva y eficiente.
Los rojiblancos se mostraron vulnerables a balón parado, una asignatura pendiente que no logró solucionar Abascal y en la que Escribá se tendrá que aplicar si quiere evitar que el equipo siga concediendo goles en jugadas de estrategia, una hemorragia que ya le ha costado un buen puñado de puntos a los nazaríes.
Además, en la marejada del tramo final, el equipo volvió a desordenarse, concediendo demasiadas facilidades al rival, que consiguió empatar y generar ocasiones que pusieron en peligro el resultado, unos fantasmas que el entrenador valenciano también debe espantar.
Como es lógico, una semana después de la marcha de Abascal, el equipo sigue mostrando carencias, pero en Burgos también se pudo presenciar la colocación de la primera piedra de este nuevo proyecto, vislumbrando lo que puede llegar a ser el Granada con Escribá al frente, un plantel mucho más ordenado y con las ideas claras, consciente de cuál es el plan de partido, algo que, unido a la inspiración de los atacantes, debe traer alegrías y triunfos.
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