Lama sube de nivel
El central cuajó otra gran actuación y ya parece imprescindible para Escribá
A vuelapluma nadie se fijaría en Manu Lama en un vestuario; no tiene tatuajes ni peinados estrafalarios y no hace alarde de un ego desmedido, pero el central habla sobre el campo, donde sí acapara los focos, como volvió a hacer ante el Racing de Ferrol, completando un encuentro notable para ratificar su estatus como titular en el conjunto rojiblanco.
Ahora todo parece miel sobre hojuelas para el madrileño, pero la historia de Lama en el Granada comenzó alejado de los focos. En verano, tras dar el salto desde 1º RFEF, el movimiento lógico parecía buscar una cesión en busca de minutos para ganar experiencia en Segunda, pero el central optó por un camino diferente, quedándose en la disciplina nazarí para pelear por un puesto, seguro de sus aptitudes.
Relegado al último puesto en la rotación de centrales, Lama se quedó sin convocar en siete de las primeros ocho jornadas de Liga, circunstancia que no minó su moral ni su inquebrantable ética de trabajo. En las siguientes 15 semanas, el zaguero tampoco debutó en Liga, con la Copa como único escaparate, una competición en la que algunos sestean y que Lama exprimió para reivindicarse, desplegando un amplio catálogo de virtudes.
Poco después de su buena actuación en 'La Romareda', Lama vivió su puesta de largo en Segunda, una oportunidad que no desaprovechó, rubricando el tanto de la sentencia ante el Sporting, en un estreno soñado que le hizo emocionarse, rememorando el largo periplo recorrido hasta llegar a ese momento.
Desde el duelo ante los asturianos, Lama se ha convertido en fijo para Escribá y ya acumula seis titularidades consecutivas, elevando su estatus hasta ganarse un puesto en la foto de inicio, algo que parecía impensable en los albores de la temporada y que ha conseguido con tesón, confianza y una dosis de paciencia que han terminado por dar sus frutos.
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