Mariño se lo pone difícil a Luca
El buen nivel mostrado por el vigués apaga la urgencia por la vuelta del galo
En verano, con la marcha de Batalla, el conjunto rojiblanco volvía a tener un vacío en la portería, carencia que se apresuró en solucionar con la llegada de Luca Zidane, que se incorporó a la disciplina nazarí a cambio de medio millón de euros. Con el francés como teórico titular, el club no movió más fichas y confío en Marc Martínez como suplente, una apuesta que ha resultado ser un grave error de cálculo.
Con la lesión de Luca, Marc Martínez desaprovechó su oportunidad, ofreciendo un rendimiento por debajo de lo exigible, lo que obligó al Granada a actuar con celeridad, fichando a Diego Mariño, sin equipo después de no llegar a un acuerdo de renovación con el Almería.
Sin pretemporada, Abascal prefirió seguir confiando en Marc Martínez mientras el gallego se ponía a punto, otra decisión que ahora se antoja desacertada. Escribá no dudó en hacer el cambio de guardia y colocar a Mariño bajo los palos, sacando del ostracismo al guardameta vigués, que ha respondido al reto con dos buenas actuaciones.
Ante el Burgos, a pesar de la inactividad, Mariño estuvo correcto, no puedo evitar los dos goles, pero transmitió seguridad. Su rendimiento se elevó contra el Mirandés y en el tramo final del choque realizó varias intervenciones de mucho mérito, de esas que valen puntos, confirmando que está en perfectas condiciones para proteger la portería rojiblanca.
Con el nivel mostrado por Mariño, la vuelta de Luca Zidane ya no es tan urgente, aunque ahora el francés se encontrará con el reto de sentar al gallego cuando regresa de su lesión. Bendito problema para Escribá que, ahora sí, tiene bien cubierta la portería con dos guardametas de garantías entre los que elegir.
Tsitaishvili fue el mejor de un Granada revitalizado que venció y convenció en el debut de Pacheta
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