Regresa la espiral negativa, 2-1
El Granada CF, que llevó la iniciativa en gran parte del encuentro, cae en Ceuta con dos goles en propia meta
Luis F. Ruiz / CEUTA
Pese a que la plantilla dicen que posee calidad técnica. Pese a que la inversión de Pozzo ha sido millonaria. Pese a la ilusión desatada entre la afición rojiblanca. Y pese a todos los pros habidos y por haber, la fortuna no se puede comprar.
El Granada CF tiró por la borda su reacción en Liga en tierras ceutíes, donde los pupilos de Miguel Ángel Álvarez Tomé dominaron gran parte del partido pero la fortuna no quiso ser cómplice de la remontada rojiblanca.
Los granadinos encajaron los dos goles de la manera más cruel: cuando mejor lo hacían y en propia meta. Aunque también hay otros factores a tener en cuenta.
La historia es que el Granada CF llevó la iniciativa del juego y dispuso de las mejores ocasiones porque el Ceuta apenas inquietó la meta de Raúl Fernández.
Entre las ocasiones más destacadas en los primeros compases de encuentro cabe destacar la que se produjo en el minuto 25, donde Tariq, que esta vez tampoco mojó, remachó de manera espléndida un centro de Benítez y cuyo balón fue repelido por el guardameta Ramón.
Es sorprendente que el defensa central sea, en un equipo, uno de los jugadores que más oportunidades de peligro crea. Es el caso de Lucena, que en el partido en tierras norteafricanas compaginó su labor en la zaga con incomodar a Ramón. En la recta final del primer periodo el granadino lanzó una falta que se marchó al larguero. Y van 9 en lo que llevamos de temporada.
Las mejores ocasiones de ambos equipos se produjeron en los últimos compases del primer periodo. Raúl Fernández tuvo su momento de relucir bajo palos al salvar el primer tanto en el minuto 36 un disparo a bocajarro de Fran Amado. Ocho minutos más tarde, Benítez puso a prueba a Ramón desde lejos que, de gran estirada, evitó el primer tanto rojiblanco.
Pero justo cuando los granadinos más inspirados se encontraban, más peligro creaban y cuando pensaban en cómo reestructurar sus líneas para abrir el marcador tras el descanso; la balanza se decantó hacia el lado local.
Con el tiempo cumplido, Aarón pisó el área rojiblanca y, ante la salida de Raúl, la picó a modo de centro chut, aunque la trayectoria del balón se desvió al fondo de la red tras golpear en la cara de Mainz. Gol psicológico antes de irse a la caseta.
Sin embargo, el gol no hizo tanta mella porque los granadinos salieron a por todas tras el descanso. La mordiente demostrada en el terreno de juego, como si nada hubiera pasado, tuvo su fruto.
Una buena jugada elaborada entre Rubén y Tariq terminó en las botas de Torrecilla, que ante la presión de la defensa ceutí supo definir para, de disparo cruzado, establecer las tablas en el marcador. Vuelta a empezar de cero. Pero el Granada CF apenas pudo saborear la alegría ya que pese a controlar la alegría, los ceutíes volvieron a encontrarse con la suerte de lado.
Un centro de Pedro Díaz, que buscaba a Fran Amado, intentó ser despejado por Javi García con tan mala fortuna que introdujo el esférico en su propia meta. A partir de entonces el Granada CF no fue el mismo. El equipo rojiblanco se desinhibió y pasó de su imagen más fiel y dominante a la más preocupante. Los granadinos no fueron plantilla sobre el campo. Se dedicaron a despejar y colgar, sin sentido, balones al área para transformar la nublada mañana en un día oscuro.
Aunque no todo fue tan negro. Pedro Díaz superó la desgracia rojiblanca para adjudicarse la jugada tonta de la jornada. El ceutí pudo marcar el tercero en las postrimerías si, tras su internada por la derecha y esquivar a Raúl, hubiera introducido el balón a puerta vacía.
La imagen de la impotencia, la ira de Lucena. El defensa dejó a su equipo con diez cuando ya no había nada que hacer. Entonces cometió una niñez, atípica de alguien a quien la veteranía futbolística le avala: soltó una “patadita” a Pedro Martínez, que interpretando una de sus mejores actuaciones sobre el escenario, consiguió la expulsión del rojiblanco.
Después de seis jornadas el balance numérico no puede ser más inquietante. El Granada CF cuenta por pares sus victorias, empates y derrotas. En lo deportivo, al equipo quedan muchas cosas que mejorar pero, ante todo, estabilidad y continuidad sobre el campo. Algo, a día de hoy, casi imposible de conseguir.
AD CEUTA: Ramón, Portela, Raúl Aguilar, Sandro, Pepe Martínez, Loe, Aitor, Javi Navarro (Pedro Díaz, 54’), Aarón, Raúl Martín (Villatoro, 87’) y Fran Amado (De Lerma, 66’).
GRANADA CF: Raúl, Javi García, Mainz, Lucena, Rubén, Cámara (Óscar Pérez, 75’), Torrecilla, Martín Ortega (Felipe, 54’), Granada (Berrocal, 63’), Dani Benítez y Tariq.
ÁRBITRO: López López (castellano manchego). Expulsó con roja directa al visitante Lucena (93’). Sancionó con la amarilla a los locales Pepe Martínez, Taranilla y Ramón; y al visitante Dani Benítez.
GOLES: 1-0, Mainz (pp) (45’). 1-1, Torrecilla (48’). 2-1, Javi García (pp) (57’)
INCIDENCIAS: Encuentro disputado en el Estadio Alfonso Mourube de Ceuta ante unos 500 espectadores. Cielo encapotado. La lluvia hizo acto de presencia en algunos lances del partido, sobre todo en la primera parte.
El equipo se ha ejercitado esta mañana a puerta cerrada con el futuro de Escribá en el aire y el nombre de Alcaraz sobrevolando
