Sergio Ruiz desata la locura en el derbi, 1-0
CRÓNICA | El Granada hunde al Málaga en el descuento de un partido en el que hubo más intensidad que fútbol
Él acabó el partido al borde del llanto y la hinchada a grito de “volveremos”. Sergio Ruiz, un hombre que lo pasó realmente mal en la primera fase de la temporada, dio al Granada tres puntos de oro en su camino hacia el ascenso. Cuando corría el minuto 91 de un derbi en el que parecía que nada iba a entrar. La emoción y la locura se unieron en esos instantes finales del partido ante el Málaga, cuya afición terminó de la forma completamente opuesta. En ese caso, las lágrimas eran de tristeza por ver cómo su equipo cada vez se hunde más. Posiblemente no lo mereció en la noche del lunes, pero los rojiblancos gozaron de las llegadas más peligrosas y en el descuento, en la última, consiguió la agónica victoria que le permite seguir enganchado a la pelea por el ascenso directo, a tres unidades.
Sorprendió Paco López con una decisión en defensa. Cuando todo apuntaba a que sería Víctor Díaz quien cubriese la ausencia de Miguel Rubio, fue Erick Cabaco el sustituto del madrileño. No participaba desde la debacle en el ‘Ciutat de València’ e incluso no entró en la convocatoria del último partido. Pero, el técnico optó por un hombre al que ya conoce bien de su etapa en el Levante. En el centro del campo, finalmente, no hubo modificaciones y Bodiger repitió junto a Pol Lozano.
Así, la alineación rojiblanca fue la misma que en Huesca, a excepción de esa novedad del uruguayo. Raúl Fernández se colocó bajo palos; Quini, Cabaco, Ignasi y Neva atrás; Bodiger y Pol en la medular; Melendo y Callejón por los costados; y arriba Weissman y Uzuni.
En un primer tramo de encuentro repleto de intensidad por parte de ambos equipos, sabedores de lo que había en juego tanto para uno como otro, el Granada gozó de dos oportunidades clarísimas. En la primera, Callejón controló con la derecha y disparo con la izquierda tras un gran centro de Neva, pero su remate no encontró portería. En la segunda, muchísimo más peligrosa y que era un gol cantado, Uzuni no tuvo explicación a cómo no pudo marcar después de la dejada de cabeza de Weissman. El albanés estaba completamente solo ante la portería y cuando ‘Los Cármenes’ ya celebraba el primer tanto apareció milagrosamente Rubén Yáñez para evitarlo.
Esos sustos iniciales de los locales dieron paso a un guion en el que reinó el respeto, aunque no bajaron las revoluciones. Sin embargo, existió más el miedo a fallar. Es por ello que se vio un juego muy horizontal, en ocasiones abusando demasiado del “campo atrás”, y el único peligro que volvió a transcurrir en la primera mitad surgió a base de algún envío directo. Como, por ejemplo, un centro de Quini que no remató nadie y se paseó por toda el área pequeña visitante. Precisamente, en los momentos previos a esa acción, el cordobés vio la quinta amarilla que le impedirá jugar en Burgos.
Al Granada le faltó querer dar un paso al frente durante el primer ecuador. Pol Lozano, muy participativo pero asumiendo pocos riesgos, y Bodiger, impreciso como casi siempre, no supieron enlazar con la parcela ofensiva, donde Weissman y Uzuni estuvieron prácticamente desaparecidos. Solo Callejón jugó con algo más de inteligencia, aunque sin ser trascendental. Melendo, simplemente no se encontró a sí mismo.
Un arranque titubeante del Granada tras la reanudación, que aprovechó el Málaga para buscar con más ahínco los tres puntos, hizo reaccionar a Paco López. Antes de cumplir los diez minutos del segundo tiempo, el valenciano realizó en triple cambio, en el que Torrente volvía a disfrutar de un terreno de juego casi un año después. El murciano, Sergio Ruiz y Bryan Zaragoza ingresaron por Quini, Bodiger y Melendo. Lo que varió la posición de Cabaco, que pasó a cubrir el lateral diestro, mientras que Torrente se colocó en la zaga junto a Ignasi.
Hubo que esperar hasta el último cuarto de hora para presenciar una nueva oportunidad clara del Granada. Si con la de Uzuni en los primeros compases el público ya festejaba el tanto, con la de Weissman ya casi lo marcaba el luminoso. A Rubén Yáñez se le escapó el balón en su salida, que cayó a los pies del israelí, pero con el guardameta ausentado de la jugada estrelló el esférico en el poste.
Introdujo más pólvora sobre el verde Paco López con las entradas de Puertas y Famara por Cabaco y Callejón. Con tres delanteros afrontó el Granada el final del encuentro y tuvo otra llegada más en la que pudo llevarse la victoria. Otra vez Uzuni y otra vez Rubén Yáñez.
Finalmente, no fue un delantero quien logró desequilibrar la balanza, sino uno de los centrocampistas que había entrado de refresco. Y la persona de la que precisamente Paco López había alabado en la previa. Sergio Ruiz remató a bocajarro un centro de Neva que tocó Uzuni en el primer palo y desató la locura en ‘Los Cármenes’. El Granada se llevaba en el minuto 91 tres puntos que le colocan a otros tres del ascenso directo y hundía aún más a un Málaga que, pese a cuajar una buena actuación, ve el descenso cada vez más cerca.
GRANADA CF Raúl Fernández; Quini (Torrente, 54´), Cabaco (Antonio Puertas, 79´), Ignasi Miquel, Carlos Neva; Bodiger (Sergio Ruiz, 54´), Pol Lozano, Melendo (Bryan Zaragoza, 54´), Callejón (Famara Diédhiou, 79´); Weissman y Uzuni.
MÁLAGA CF Rubén Yáñez; Delmás, Ramalho, Esteban Burgos, Cristian Gutiérrez (Javi Jiménez, 69´); Escassi (Luis Muñoz, 79´), Genaro, Fran Villalba (Álex Gallar, 79´), Febas (Loren Zúñiga, 90´); Rubén Castro (Fran Sol, 69´) y Lago Junior.
GOLES 1-0 Sergio Ruiz (min. 91).
ÁRBITRO Hernández Maeso, Francisco José (Comité extremeño). Amonestó a los locales Quini, Carlos Neva, Famara Diédhiou e Ignasi Miquel, y al visitante Febas.
INCIDENCIAS Partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de LaLiga SmartBank disputado en el Estadio Municipal ‘Nuevo Los Cármenes’ (Granada) ante 17.424 espectadores, de los cuales alrededor de un millar procedían desde Málaga. En los prolegómenos del encuentro, José María Callejón brindó a la afición la recientemente conseguida ‘Bandera de Andalucía al deporte’.
El cántabro sufre un esguince del ligamento de la rodilla, mientras que el murciano tiene afectado el tobillo izquierdo