"Somos aficionados como cualquier otro, pero agradecemos un poco de ayuda"
La Peña Granadinista de Personas Sordas muestra su satisfacción por "la cercanía de García Amado", aunque "todavía quedan algunas barreras por romper"
Santos, Lucía, Miguel, Francisco Javier, Carlos, Maribel y Juan son algunos de los aficionados que conforman la Peña Granadinista de Personas Sordas (Peñasogra). Viven las previas y los partidos como el resto de seguidores que cada dos domingos llenan las gradas del ‘Nuevo Los Cármenes’, con la singularidad de que el estallido del gol retumba para ellos a través de la vibración de los asientos y de los mismos cimientos del coliseo del Zaidín, aunque el grado de felicidad es el mismo.
Un día, decidieron darse voz a ellos mismos con la creación de este colectivo, idea motivada por “un viaje que hicimos a Málaga. Allí vimos que existía una peña de personas sordas, así que dijimos… ¿por qué no? A partir de ahí, nos pusimos manos a la obra y son ya más de dos años desde que nos unimos al G19”.
Granada En Juego habló con un nutrido grupo de sus miembros y afirmaron que “lo disfrutamos y lo sufrimos en la misma medida que un seguidor sin dificultades auditivas. El fútbol es un deporte visual. Cuando el Granada gana, nos alegramos. Y cuando pierde, pasamos una semana bastante fastidiados hasta el siguiente partido”.
Sobre la metamorfosis experimentada en la cúpula del club y la llegada de la nueva directiva, “el cambio ha sido enorme. Alfredo es mucho más cercano que Patricia y se ha interesado de verdad por escuchar a la afición. Además, nos prometió visitar un día el local de la asociación, estaremos encantados de recibirle”.
Aunque son ya varios los pasos que se han dado hacia la inclusión, comentaron que “somos aficionados como cualquier otro, pero agradecemos un poco de ayuda para facilitarlos el poder disfrutar a todos los efectos de nuestra pasión. Todavía quedan algunas barreras por romper”.
Algunas de esas barreras que les gustaría traspasar son las siguientes: “En asambleas, nos cuesta. No hay traducción simultánea de lengua de signos. Por tanto, nuestra comprensión de lo que se trata se produce de forma más lenta y podemos perdernos. Otro ejemplo, en los minutos de silencio, desconocemos la persona. Estaría bien que su nombre apareciese en el videomarcador”.
“Gracias al ayuntamiento se decidió, a la hora de poner el himno por megafonía, transcribir la letra en el marcador. Es algo que se agradece muchísimo, porque nos permite seguir cada verso” añadieron mostrando su satisfacción.
Como bien indican, las dificultades en el sentido auditivo no les impide disfrutar y sufrir con “su” Granada. Ellos y ellas cuentan con complejidades para escuchar, pero valoran de sobremanera el hecho de ser escuchados. Dedicar unos minutos a Peñasogra, tomar papel y boli, e intentar romper esas pequeñas barreras, como ya se ha realizado con algunas, no supondría un esfuerzo inviable. Al contrario.
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