Todo un ejercicio de resiliencia
La primera victoria del curso para el Granada llegó tras adelantarse en 'El Alcoraz' y defender con todo el resultado
El Granada CF estrenó por fin su casillero de victorias en 'El Alcoraz'. Siete jornadas después, los rojiblancos ya saben lo que es sumar de tres, aunque la aventura parecía más una película de resistencia que un partido de fútbol.
El gol de Pedro Alemañ, que se ha colado en el once como el invitado que acaba siendo el alma de la fiesta, abrió el camino. A partir de ahí, tocó apretar los dientes. Pacheta movió fichas como quien va cerrando persianas una a una: reforzó el medio con la entrada de Hongla, echó el cerrojo con cinco atrás y dejó claro que la orden era aguantar el asedio como fuese. Todo ello en una tarde pasada por agua, con un diluvio cayendo sobre tierras oscenses que hacía aún más épico el ejercicio de supervivencia.
El protagonista fue Luca Zidane, que se disfrazó de superhéroe sin capa bajo palos. Manos, reflejos, paradas de esas que desesperan al rival. Si alguien justifica la victoria, es él. Su actuación, tras el banquillazo en la última cita en casa con el Leganés, fue un recordatorio de que no solo lleva un apellido famoso, también sabe salvar partidos.
Mientras tanto, el Huesca parecía empeñado en contarnos un cuento de nunca acabar: más de un 60% de posesión, quince remates y trece córners. Mucha música y poca letra, porque al marcador solo subió el tanto nazarí.
¿Victoria sufrida? Sí. ¿Bonita? Ni de lejos. Pero al Granada poco le importa la estética cuando lo que cuenta es sumar. Fue un triunfo a la épica de barrio, de esos que saben más a respiro que a celebración. El primer paso ya está dado… y aunque el camino siga empinado, al menos ahora se camina con una sonrisa tímida, los tres puntos en el bolsillo y la sensación de haber sobrevivido hasta al diluvio.
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