Trabajada victoria para mejorar la imagen, 1-2

El Granada se llevó, no sin sufrimiento, los tres puntos en el siempre complicado campo del Águilas

El rojiblanco Diego Mainz presiona a Sívori en una acción del encuentro (GRJ)
El rojiblanco Diego Mainz presiona a Sívori en una acción del encuentro (GRJ)

Alberto Bueno

Ganar en Águilas pasaba por ser vital para reforzar la confianza en el equipo y para no permitir que el Melilla siga abriendo brecha, el cual sigue entratable. Sobre todo resultaba importante reforzar la imagen del equipo fuera de casa. Finalmente, los esperados pronósticos se cumplieron y los rojiblancos arrancaron los tres puntos de "El Rubial" en un partido muy trabajado y mucha brega debido a las reducidas dimensiones del campo y al buen trabajo del conjunto aguileño que, aunque inferior a los granadinos, supo aguantarle todo el partido la cara y llegó a poner en serios apuntes a la escuadra dirigida por Álvarez Tomé, el cual innovó con la entrada de inicio de Lucena y de Jonathan Granada. El equipo mejoró su sistema de juego, trabajando mucho más como conjunto y prescindiendo en mayor medida de las individualidades, lo que no fue obstáculo para que la fuerte verticalidad fuese, una vez más, nota destacada de su capacidad ofensiva.

El ritmo del partido, sin lugar a dudas, lo pusieron los goles. El primer tanto granadino sirvió para marcar diferencias en el campo y que el dominio de los visitantes se incrementase y la batuta de mando se afianza en sus manos; por el contrario, el gol local, recortando las distancias, sirvió para poner emoción al choque y llevar el nerviosismo a los rojiblancos, que parecían desconcentrarse por momentos.

 

Tuvo en los minutos iniciales algunas buenas ocasiones en las botas de Marc Martínez y Sívori, que se quedó sólo en el área. Sin embargo, el dominio inicial era para los rojiblancos, que llegaban más y mejor. La gran cantidad de ocasiones para los visitantes fue nota característica el encuentro, las mismas ocasiones que no supieron aprovechar y que al final notaron en exceso para concluir el partido sin tantos apuros. Collantes dispuso de dos buenas oportunidades de tiro lejano, una mandándola fuera por poco y otra Javi Soto desbarató. El propio Collantes sirvió el primer gol granadino centrando un balón perdido en el área que Lucena remató impecable con un fuerte e imparable cabezazo; el cambio en el esquema ya mereció la pena. Era el minuto 29' de la primera mitad y el Granada se enchufaba por entero al partido. Seis minutos después, lo encarrilaba, cuando Collantes, otra vez jugando a ser auténtico protagonista, es derribado en el área por Juanjo, falta algo dudosa; la pena máxima la ejecutó Tariq sin mayores problemas con un potente disparo. Con el 0-2 en el marcador, el encuentro llegó al descanso. El Granada supo imponer su juego y, lo que es más importante si cabe, hizo el juego que deseaba y necesitaba.

Sin embargo, la segunda mitad arrancó con problemas, al recortar el Águilas con el tanto de Azpilicueta que supo aprovechar el error de José Juan al cual se le escapó el balón de la falta botada por los locales. Corría el minuto 50 y la emoción se mantuvo hasta el final, merced a los nervios que se apoderaron de los de Tomé, que perdieron el centro del campo. Las oportunidades se sucedían para los visitantes, no así para la escuadra aguileña que buscaba el gol de la igualada con más corazón que cabeza. No obstante, los granadinos tampoco sabían acertar, gracias a un excepcional Javi Soto y a que la suerte o el simple acierto no se aliaron con los rojiblancos. Confabuladas ambas variables, ni de penalti se logró sentenciar el partido; en jugada hilvanada con la participación de Sanchón, Cámara y Martín Ortega, éste último, en la parte izquierda del área fue zancadilleado por Chito. El disparó desde los once metros lo realizó Lucena, que se encontró con el buen tino y la parada de Soto; Ortega cogió el rechace para estrellarlo en el larguero. Los cambio parecieron aportar aire y frescura al equipo, mas sin mayores consecuencias.

Aguantó ya el Granada hasta el final con más pena que gloria, incluyendo la absurda expulsión de Kitoko al parar a jugador rival. Se reforzó el plantel rojiblanco en tareas defensivas, dejando los ataques para jugadas aisladas y esporádicas que pudieran llegar desde las bandas. Aun a trancas y a barrancas, y con el ya tan arraigado sufrimiento de los minutos finales, los granadinos consiguieron aguantar el resultado y lograr la victoria. Con tres puntos como premio y un saco de tarjetas amarillas, por culpa de un colegiado, Arcas Piqueres, de "gatillo fácil" con el tarjetero, saldó el equipo su salida para continuar al acecho del líder. Una imagen la ofrecida en Murcia que, si bien mejorable, sirve para limpiarla y aportar confianza.

ÁGUILAS CF: Javi Soto, Juanjo, Morillas, Xavi, Sívori, Lorca (Pedro, m. 73), Azpilicueta, Marc Martínez, Rafa Moreno (Chito, m. 40), Cremades (Iñaki, m. 80) y Fran.

GRANADA CF: José Juan, Nyom, Mainz, Iván Amaya, Rubén Párraga, Lucena, Kitoko, Granada (Cámara, m. 70), Collantes (Martín Ortega, m. 46), Felipe Sanchón y Tariq (Berrocal, m. 90).

GOLES: 0-1, Lucena, m. 29; 0-2, Tariq, m. 35; 1-2, Azpilicueta, m. 50.

ÁRBITRO: Arcas Piqueres, colegio valenciano, expulsó al técnico aguileño y por doble amonestación a Kitoko. Amonestó a los locales Lorca, Fran, Chito y Sívori y a los visitantes Lucena, Tariq, Rubén Párraga, Martín Ortega, Iván Amaya y Nyom.

INCIDENCIAS: Partido disputado en el estadio municipal "El Rubial" ante unos 400 espectadores, cerca de un centenar rojiblancos.

 
 
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