Un inesperado hasta luego
Se cumple un año de la última noche que la afición del Granada pisó el `Nuevo Los Cármenes´, nada más y nada menos que en la semifinal copera frente al Athletic
Quién iba a decirle a cualquier aficionado hace unos años que “su” Granada se quedaría a nueve minutos de disputar una final de Copa del Rey el 5 de marzo de 2020, en una temporada donde el conjunto rojiblanco regresaba a la máxima categoría y cuyo único objetivo era la permanencia. Y, quién les iba a decir a las más de 20.000 almas que inundaron de rojiblanco el `Nuevo Los Cármenes´ que ese sería el último día que pudieron rugir en el coliseo del Zaidín. La última noche que celebraron un gol desde el estadio. La última salida de vestuarios que entonaron el himno.
Desgraciadamente, un inesperado y letal enemigo llamado Coronavirus se interpuso en el sueño granadinista justo después de que aquel día se produjera una conexión nunca antes vista entre equipo y afición. La llegada del autobús al estadio ante el recibimiento de miles de personas y decenas de bengalas en la calle Pintor Maldonado resultó ser, para los presentes, uno de los momentos más impresionantes de sus vidas. El delirio con los goles de Carlos Fernández y Germán y la tristeza por el zurdazo de Yuri a falta de nueve minutos ya forman parte de la historia nazarí. Tampoco cabía un alfiler en los transportes públicos al término del encuentro. Qué diferente era todo. Y no lo sabíamos.
Bien es cierto que el Granada volvería a jugar un duelo más con público antes del Estado de Alarma, en el `Ciutat de Valencia´ el 8 de marzo. Pero, en lo referido al feudo rojiblanco, `Los Cármenes´ no volverían a albergar gente en sus gradas hasta el momento, cuando ya se cumple un año. Sólo han sido tres las ocasiones posteriores en las que el equipo ha vuelto a jugar a puerta abierta, y fue en Copa del Rey contra San Juan, Cultural Leonesa y Navalcarnero.
Los fieles granadinistas no están pudiendo vivir de cerca los éxitos más importantes en la historia del club. Algo que también lamenta el recinto del Zaidín, porque él está perdiendo más. Durante 365 días ha perdido ese “ay mi Granada” que entonaba a capella. Tampoco está escuchando los cánticos juveniles del fondo sur. Ni por sus escaleras hace deporte “el papa” bendiciendo a cada seguidor. Tampoco ha podido secar las lágrimas de alegría de los más veteranos o de los que sufrieron en Tercera División, ni ver la felicidad de sus hijos y nietos.
Aun así, el espíritu de cada rojiblanco horizontal está presente cada día en su butaca. También el de los que tuvieron que abandonarnos en este tiempo. Pero, como rezaba una pancarta en el `Sánchez Pizjuán una noche de viernes en abril de 2017, con el Granada llamado a un descenso irrevocable, “volveremos”.
@Francalvo1996
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Los rojiblancos, que se adelantaron pronto en el marcador con un gol olímpico de Gumbau, realizaron un gran partido ante el Athletic Club
