Una ciudad que busca resurgir con el legado de Cañoncito
Ferenc Puskas abandera a una ciudad que en los últimos meses está haciéndose eco en el fútbol europeo
Pocas semejanzas atesoran el anterior y actual destinos del Granada en su sueño por la Europa League, Nápoles y Budapest. Las caóticas calles del sur de Italia contrastan con la majestuosidad de una ciudad imperiosa a orillas del Danubio. El calor de un sitio y el frío de otro. Incluso, en el panorama futbolístico, viven de manera totalmente diferente su pasión por el deporte rey. Hungría tendrá muy difícil ver a sus equipos o selección alzarse en un trono continental próximmanete, pero sí comparten la admiración hacia un mito.
Resulta complicado analizar la historia futbolística de un país cuando ninguno de los dos protagonistas juegan en la suya natural, sino en terreno neutral, y además supone un lugar donde la tradición en este juego no ha conllevado éxitos deportivos a nivel internacional durante el último medio siglo. Sin embargo, si hace tres semanas el conjunto de Diego Martínez rindió visita al `Diego Armando Maradona´, en esta ocasión le tocará hacer historia en el `Puskas Arena´, la modernísima casa de Ferenc Puskas.
El Granada ya pisó ayer el escenario de hoy y pudo comprobar de primera mano la enorme magnitud de una construcción inaugurada hace sólo un año y medio. Su nombre, en honor al legendario futbolista de Kispest, Bodapest Honved y, sobre todo, Real Madrid. Puskas está considerado, posiblemente, la persona de nacionalidad húngara más reconocida de la historia, y el día de su muerte en 2006 fue declarado de luto nacional en el país centroeuropeo, con un entierro al que asistieron miles de personas.
Del recuerdo de `Cañoncito Pum´, o `Pancho´, Hungría busca volver a entrar en la órbita del fútbol actual. La construcción del `Puskas Arena´ tenía el objetivo de acoger los encuentros como local de su selección, aunque desde hace bien poco se ha podido comprobar el poderío que está acumulando el país en la UEFA. La final de la Champions femenina de 2019 entre Olympique Lyon y Barcelona se celebró en el `Groupama Arena´, casa del Ferencvaros, y la última edición de la Supercopa de Europa masculina entre Bayern y Sevilla en el mismo escenario que pisará el Granada esta tarde. Además, ya ha acogido varios encuentros de Champions esta temporada, el último hace tan sólo dos días con el Manchester City – Borussia Mönchengladbach.
Numerosos clubes conforman el fútbol en Budapest. Honved, MTK, Vasas… Pero el derbi por excelencia de la ciudad aquincense lo protagonizan el Ferencvaros, la entidad más laureada del país con 31 campeonatos ligueros, y el Újpest, tercera con 20. También adquirió mucho prestigio desde la década de 1930 el duelo entre Ferencvaros y MTK Budapest, ligados tradicionalmente a la extrema derecha política y a la población judía, respectivamente. Estos dos levantan pasiones en una ciudad de más de un millón y medio de habitantes.
Hungría vivió su esplendor futbolístico entre 1930 y 1970. Su combinado nacional fue subcampeón del mundo en 1938 y 1954, con aquella memorable final conocida por `el milagro de Berna´, tercero en la Eurocopa de 1964 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1952, 1964 y 1968.
Además, hay que destacar también la figura de un húngaro ilustre para el granadinismo: Jeno Kalmar. Aunque no fuera natural de Budapest, sino de Mocsolad, merece un sitio en esta visión del fútbol magiar por ser el entrenador que llevó al Granada al mayor logro de su historia hasta el aterrizaje de Diego Martínez en el banquillo rojiblanco. La final de Copa de 1959 había sido, hasta la temporada pasada, el mayor éxito que se le recordaba a la entidad nazarí. Pero, en la casa de `Cañoncito´, el club rojiblanco quiere sumar un hito más a su dilatada lista de hazañas recientes.
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