Bajo la batuta de Rochina
CONTRACRÓNICA | Diego López se convirtió en villano para un Granada que tuvo en el saguntino a su director de orquesta en el 'RCDE Stadium'
Sin apenas centrocampistas afrontó el Granada el partido frente al Espanyol. Monchu y Montoro fueron los únicos disponibles y ambos se colocaron en el centro del campo. Pero, el título de auténtico director de orquesta rojiblanco, sobre todo durante la segunda mitad, se lo asignó Rubén Rochina. El saguntino jugó la segunda mitad mucho más pegado al centro y dio una exhibición de salida de balón y envíos largos.
El Granada despertó y se activó cuando Rochina quiso empezar a jugar. Al igual que ocurrió en el ‘Ciutat de Valencia’, bailó con la pelota en los pies. La lección fue insuficiente, y el conjunto rojiblanco terminó, sorprendentemente con la pólvora mojada. Aunque, de eso fue culpable un hombre de 40 años, Diego López.
Cualquier espectador que viera el partido en el feudo perico hasta la media hora de la primera mitad y, después, a partir de la reanudación, podía pensar que el 0-0 era el resultado final. Sin embargo, un pequeño lapsus de quince minutos le costó al Granada los puntos en Barcelona. La imagen, eso sí, fue muy diferente a la mostrada en anteriores derrotas.
El cuadro nazarí asedió el área blanquiazul en el segundo tiempo. Jorge Molina avisó con un cabezazo al palo y, a partir de esa oportunidad, Diego López demostró seguir siendo uno de los mejores guardametas de LaLiga. Podía haber estado chutando el Granada más minutos a la portería local que el gallego lo iba a tapar todo. Si la derrota fue, posiblemente, injusta, el hecho de que el equipo de Robert Moreno se marchara de la ciudad condal sin ningún gol a su favor resultó algo increíble de creer.
Poco o nada se le pudo achacar a los futbolistas rojiblancos durante el mediodía del pasado sábado. Jugó ante un rival que, pese a ser recién ascendido, su presupuesto y plantilla le dan opción a aspirar a algo más que la permanencia. El Espanyol aprovechó su eficacia arriba y, como dijo Robert Moreno en rueda de prensa, “ellos materializaron sus ocasiones y nosotros no”. Así de simple y de sencillo se resume el partido del Granada.
A destacar, también, la actuación de Monchu. No comenzó la temporada, ni mucho menos, con buen pie. Pero, ante el Espanyol le tocó asumir galones y dio un rendimiento aceptable. Le sigue faltando la verticalidad mostrada en verano, pero el duelo que completó en Cornellà puede suponer un buen punto de partida.
El Granada afrontará este parón con sensaciones contradictorias. Por un lado, hacerlo con derrota, aunque continúa fuera del descenso por el empate in extremis del Mallorca contra el Elche, no es la mejor noticia para preparar el choque ante el Real Madrid. Sin embargo, por otra parte, la mejoría ha sido más que notoria en los últimos compromisos y se ha generado una cantidad de ocasiones a las que solo falta ponerle lo más importante en el mundo del fútbol para ganar los partidos: efectividad.
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