El jardín de Escribá
CONTRACRÓNICA | El técnico valenciano sigue haciendo crecer al equipo acompañado de una inestimable dosis de fortuna
“Construir desde la victoria es mucho mejor”, admitía Fran Escribá tras lograr el primer triunfo del curso en Los Cármenes. Una máxima con la que deben convivir los entrenadores, acostumbrados a ser los primeros señalados cuando las cosas no marchan bien y a quedar en un segundo plano en las conquistas.
Zidane, que fue testigo de excepción del derbi andaluz, ya vivió en primera persona las inclemencias del banquillo, acusado de intrascendente cuando su Real Madrid acumulaba ‘Champions’ en la vitrina, otorgándole el único mérito de poseer una ‘flor’ perenne que acompañaba a cada logro de los blancos.
Con la temporada en marcha, Escribá ha comenzado el trabajo por los cimientos, añadiendo solidez y sentido común al equipo, como ha quedado patente en 'Anduva' y ante el Córdoba con dos porterías a cero consecutivas. En la parcela ofensiva los avances están siendo más lentos y el equipo aún adolece de falta de fluidez y contundencia en el último tercio del campo.
Sin esa clarividencia en ataque, las dos últimas victorias bien se podrían haber quedado en sendos empates, pero dos chispazos aislados llevaron a los rojiblancos a la senda del triunfo. Frente al Córdoba, Escribá impuso cordura en los minutos finales, añadió recursos desde el banquillo y colocó a sus piezas ordenadas con criterio sobre el tablero de Los Cármenes, una receta que propició la incursión de Trigueros dentro del área y la aparición de Diao como nueve para sellar la victoria en las postrimerías del choque.
Escribá le ha cambiado el semblante al equipo en tiempo récord, imprimiéndole carácter y determinación, añadiendo a la mezcla una innegable dosis de fortuna, pero al técnico valenciano la suerte siempre le pilla trabajando, algo que se traduce en buenos resultados.
Luca Zidane ha vuelto a trabajar junto a sus compañeros
