Los que ya estaban y estarán

CONTRACRÓNICA | Con los cinco capitanes en el once, la vieja guardia no evitó la quinta derrota consecutiva, pero está concienciada en sacar la situación adelante

Fran Calvo / GRANADA  |  21 de febrero de 2022
Once inicial del Granada, con los cinco capitanes, frente al Villarreal (JOSÉ M. BALDOMERO)
Once inicial del Granada, con los cinco capitanes, frente al Villarreal (JOSÉ M. BALDOMERO)

No salieron las cosas contra el Villarreal. Tampoco con los que ya estaban. Robert Moreno dijo en la rueda de prensa previa que la situación debían sacarla adelante ellos y que los refuerzos venían para aportar su granito de arena. Se intentó en la segunda mitad, pero la losa de dos goles fue insalvable. Sobre todo, cuando se fallan ocasiones más que claras, las cuales el entrenador no puede definir desde el banquillo. Por suerte, acompañaron los resultados, el descenso sigue estando a cuatro puntos (por sacar algo positivo) y la complejidad de esta Primera División queda reflejada en que, desde el noveno clasificado hacia atrás, solo el Elche logró vencer esta jornada, a falta de lo que hagan hoy Celta y Levante.

Como ya ocurriese en el ‘Ciutat de València’, la única victoria a domicilio en lo que va de campaña, el Granada salió de inicio con sus cinco capitanes. Víctor Díaz, Montoro, Germán, Quini y Jorge Molina fueron alineados en un once donde solo había un fichaje, Luís Maximiano, la mejor incorporación del curso. Desde que finalizase el mercado invernal, Robert había utilizado como titular a Uzuni en Madrid y San Sebastián, donde se sumó Arezo. En esta ocasión, ambos se quedaron en el banquillo, aunque el albanés no tardó en saltar al campo por la enésima lesión de Gonalons a los doce minutos.

Un cambio, cuanto menos, curioso. La clausura de la Ciudad Deportiva a los medios de comunicación priva saber si el conjunto rojiblanco preparó durante la semana el encuentro para jugarlo con el 4-3-3 inicial. A priori, así fue. Sin embargo, con el choque prácticamente empezado, se cambió de sistema.

 
 
Uzuni, en un lance ante el Villarreal (JOS M. BALDOMERO)
Uzuni, en un lance ante el Villarreal (JOSÉ M. BALDOMERO)

No fue la única situación extraña. Rubén Rochina, uno de los hombres más desequilibrantes del equipo, ya había gozado de minutos en el Bernabéu y Anoeta tras superar su lesión. No ingresó en la segunda mitad cuando la atmósfera invitaba a ello, con el Granada volcado sobre la portería de Asenjo. Similar a lo de Arezo, titular contra la Real Sociedad y sin minutos frente al Villarreal. En cambio, entró Soro en los últimos minutos y, aunque no fuese a cambiar mucho más el resultado a esas alturas, el maño es uno de los efectivos con los que, presumiblemente, se contará muy poco.

Después de una primera parte que rozó la imagen dada ante Betis, Real Sociedad u Osasuna en casa y no fue más acentuada porque el Villarreal no apretó excesivamente el acelerador, el Granada emergió en la segunda. Del 0-4 con el que se podría haber enfilado el descanso se pasó a la sensación de merecer ya no solo el empate, sino la remontada. Pero, Luis Suárez y Myrto Uzuni no estuvieron nada acertados en sus oportunidades. El recién llegado sufrió un aluvión de críticas, aunque su infortunio solo estuvo en el remate. Abrió espacios, generó cosas en ataque y tácticamente responde muy bien.

Los que estaban también serán los que estén en el camino de trece finales que queda hacia la permanencia. Bien expresó Robert en la rueda de prensa posterior que de él no depende que contra el Cádiz lo sea o no para él mismo. Lo que sí es seguro es la preocupación alimentada desde la debacle de Getafe. Ya van cinco derrotas de forma consecutiva. El derbi andaluz del 28 de febrero espera en el horizonte con presión, intranquilidad y cierto miedo si se mira hacia abajo. Pero, también con convicción, ilusión y eterna lucha.

@Francalvo1996

francalvo@granadaenjuego.com

 
 
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